PARÍS. Más Europa para reforzar el euro. Esa es la respuesta del eje franco-alemán ante las incertidumbres económicas de las últimas semanas. Angela Merkel y Nicolás Sarkozy plantearon ayer a sus socios de moneda varias propuestas en esa dirección, entre ellas, la creación de un gobierno económico del euro formado por los jefes de Gobierno de los estados miembros.
Además, intentarán que los 17 países de la zona euro introduzcan en el verano de 2012 en sus respectivas constituciones "un objetivo para regresar al equilibrio presupuestario" y tener por tanto el déficit bajo control. Solicitarán además la imposición de una nueva tasa que grave las transacciones financieras.
Asimismo, el presidente galo anunció en la rueda de prensa posterior al encuentro de ambos líderes en El Elíseo que Francia y Alemania pretenden aplicar a las empresas alemanas y francesas a partir de 2013 un impuesto de sociedades común, como demostración de la "convergencia franco alemana". Será un paso histórico en la Unión que previsiblemente desencadenará un movimiento similar en el resto de países. Hasta ahora países como Irlanda, con un tipo de sociedades del 12,5% frente al 27,5% de media en Europa, se han negado a ese proceso. Todo apunta a que en el futuro los márgenes se verán sensiblemente recortados. La propuesta más política, más fácilmente visualizable por los mercados que han traído en jaque al euro es el establecimiento de un "verdadero" gobierno económico común para la zona euro formado por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que se reunirá como mínimo dos veces al año, aunque también todas las veces que sea necesario.
freno a la deuda Asimismo, este organismo elegiría un presidente con un mandato de dos años y medio, cargo que en un primer momento reposaría sobre Herman Van Rompuy, actual presidente del Consejo Europeo, según la propuesta franco-alemana. Respecto a la introducción en las constituciones nacionales de una "regla de oro" o un "freno de deuda" para la vuelta a un equilibrio presupuestario, Sarkozy recalcó que se trata de una norma de "sentido común" que conduce a la reducción del déficit y del endeudamiento y recordó que Francia ya ha iniciado un debate con este objetivo.
Por su parte, Merkel recalcó que este es "un paso valiente" que todo el mundo debería dar y con el que demostrarán que han tomado conciencia de su responsabilidad, algo que si hubiera ocurrido antes hubiera evitado los problemas actuales. Preguntada por la posibilidad de sancionar a los países que no lo cumplen, recalcó que no hay mayor sanción que ser enjuiciado en el propio país. Sarkozy destacó que Francia y Alemania van a dar ejemplo de convergencia con la creación de unas bases imponibles armonizadas del impuestos de sociedades a partir de 2013. Merkel destacó que el objetivo de este anuncio es garantizar que ambos país tengan un mayor acercamiento de su política económica y mostrar su "voluntad firme" de una mayor colaboración.
A este respecto, la canciller alemana reconoció que este proceso, que obedece a la petición del mercado de una mayor convergencia en Europa, "no va a ser fácil", pero defendió que una vez que se llegue a un punto común va a favorecer a las empresas y la competitividad. Sarkozy destacó la determinación de ambos países en la defensa de la moneda común europea y señaló que están asumiendo sus responsabilidades en una situación que no deja dudas sobre su "complejidad". Así, defendió que el euro ha proporcionado un gran progreso a Europa y la hecho más fuerte, pero también requiere el respeto de unas reglas obligatorias. Merkel incidió también en el compromiso de Francia y Alemania para reforzar el euro como divisa común y defenderlo, así como para ponerse manos a la obra de forma inmediata con este objetivo para transmitir más confianza a los mercados, lo que implica imbricar más las políticas de la zona euro.