Bilbao. La prohibición de las posiciones cortas en cuatro países europeos posibilitó ayer un conato de mejora en los mercados europeos, pero, ¿qué es una posición corta? Es una posición especulativa en bolsa que consiste en apostar por la caída de un valor. El inversor toma prestado un activo para venderlo en el mercado ante esa perspectiva. Después, ese mismo agente lo recompra, ya devaluado, y las devuelve al prestamista, de tal forma que obtiene como beneficio la diferencia entre el precio de venta y el de la posterior recompra. El ahorrador sufre la caída del valor. El problema de estas operaciones es cuando se producen sin que el inversor haya recibido realmente el préstamo, lo cual es ilegal.
El especulador de posiciones cortas cuenta con que sus operaciones de compraventa se realizan en el mismo día, por lo que es muy complicado destapar la maniobra. La CNMV obliga a informar a los inversores de la toma de posiciones cortas en valores financieros que superen el 0,25% del capital. La ilegalidad se comete cuando no hay préstamo de valores y aún así el fondo de inversión realiza la operación. Esta es una estrategia que se utiliza sobre todo cuando existen rumores de que las cotizaciones van a caer, lo que permite vender caro y comprar barato.
Si el movimiento es el contrario al previsto, el inversor se ve obligado a cerrar la posición. Esto es, recomprar más caros los títulos vendidos para no acumular pérdidas. Además, el riesgo de estas operaciones es prácticamente ilimitado y no así su rendimiento, pues el precio del valor puede seguir subiendo y teóricamente no tienen límite. Mientras el vendedor en corto no se cubra y el precio siga subiendo, su potencial de pérdida es mayor.
En España, la medida de la CNMV de prohibir las ventas a corto plazo en valores financieros durará 15 días, según ha informado el organismo regulador, que incluso podría aumentar el periodo. Los valores afectados son: Banco Popular, Banco Sabadell, Banesto, Banco Pastor, Bankinter, Mapfre y BME. >Dna