juan ángel monreal

pamplona. Banca Cívica, la entidad de la que participa Caja Navarra, cerró el primer semestre de 2011 con un beneficio de 102,54 millones de euros, lo que supone un aumento del 5% respecto a los resultados proforma (simulados) que hubiese obtenido la entidad de haber estado constituida el año pasado. El dato, que en un principio fue recibido con subidas en Bolsa, no sirvió para evitar una caída del 1,39% al cierre de la sesión y tampoco pudo ocultar el aumento de la morosidad crediticia, que escaló en el segundo trimestre hasta el 6,63%.

El banco dirigido por Enrique Goñi había presumido hasta el momento de su menor exposición inmobiliaria y de un mayor control de la mora que otras entidades. Los datos facilitados ayer -los primeros tras la salida a Bolsa del 21 de julio- suponen rebasar ya la media del sector en mayo (6,49%) y revelan de qué modo las entidades financieras acusan el deterioro económico, que amenaza con agudizarse en el segundo semestre del año. No hay manera de saber, en cualquier caso, qué parte de la mora es responsabilidad de Caja Navarra y en qué medida cabe atribuirsela a los socios que se buscó (Caja Canarias y Caja Burgos) o que le impusieron (la sevillana Cajasol). Cuando aún era posible comparar, Caja Navarra se encontraba ampliamente por debajo de la media.

En cualquier caso, la entidad informó de que tiene cubiertos actualmente el 83 % de sus riesgos dudosos (doce puntos menos que en el primer trimestre) al contar con 2.946 millones de euros destinados a provisiones para insolvencias y, además, cuenta con 614 millones de provisiones para activos adjudicados, lo que suma un total 3.560 millones.

La salida a Bolsa ha permitido a la entidad incrementar sustancialmente su capitalización hasta dejar el ratio de solvencia en el 14% y su core capital en el 9,8%.