madrid. La prima de riesgo y la bolsa española siguieron ayer caminos muy dispares ante lo que se preveía otro lunes negro después de la rebaja de la rebaja el sábado de la calificación de la deuda de EEUU por parte de la agencia Standard& Poor's. La buena noticia es que la rentabilidad de la deuda española registró la mayor caída desde la creación del euro. La mala, que la Bolsa se desplomó. Y van siete días consecutivos.
Las bolsas internacionales volvieron a caer ayer hasta mínimos anuales afectadas por el retroceso de Wall Street tras la rebaja de la nota de la deuda estadounidense. Además de la negativa influencia de Wall Street, que bajaba el 5% a media sesión, los mercados internacionales resultaron afectados por los negativos datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la economía mundial.
Algunas de las principales plazas europeas registraban las mayores caídas del ejercicio. Así sucedió en el caso de Fráncfort, que perdió el 5,02% y descendía hasta niveles de septiembre de 2010, y de París, que bajó el 4,68% y quedaba en cotas de julio del año pasado.
En precios similares se situaba Londres después de bajar el 3,39% la segunda mayor caída del ejercicio, y el índice Euro Stoxx 50, que retrocedía el 3,72%.
Las bolsas italiana y española resultaron menos perjudicadas por el apoyo recibido del BCE. Milán perdió el 2,35% y se situó en precios de abril de 2010, en tanto que la Bolsa española, que llegó a subir el 4% y superó el nivel de 9.000 puntos, bajó al cierre el 2,44%, hasta niveles desconocidos desde abril de 2009.
nuevas rebajas El impacto de la decisión adoptada por la agencia de medición de riesgos Standard and Poor's de rebajar la calificación de la deuda estadounidense de "AAA" a "AA+" el sábado de madrugada por primera vez en la historia se agravó tras anunciar esta firma que podría aplicar un nuevo recorte en los próximos meses. Moody's y Fitch advirtieron de que podrían secundar la medida adoptada por S&P. Mientras el G-20 comunicaba que adoptará todas las medidas necesarias para respaldar la estabilidad financiera y promover un crecimiento económico más fuerte, la OCDE indicaba en un informe que la economía mundial sigue perdiendo vigor.
Así, precisó que la mayoría de los miembros de la organización, que agrupa a los países más desarrollados del mundo, mantuvo en junio los signos de ralentización económica mostrados el mes anterior, tendencia que también afectó a los grandes emergentes como China, India o Brasil.
Además de la incidencia de la rebaja de la deuda, en el devenir bursátil también influyó negativamente la caída de la confianza inversora en Europa y las débiles previsiones de crecimiento de Francia, que espera aumentar su PIB el 0,2% en el tercer trimestre.
Los mercados estarán pendientes hoy de la decisión que adopte la Reserva Federal (el banco central estadounidense) sobre los tipos de interés y de la posibilidad de que anuncie nuevos estímulos monetarios para animar la economía.
La cara buena del día fue para la prima de riesgo española, que registró su mayor caída en una jornada desde la creación del euro al pasar de los 370 puntos básicos del viernes a 289,4 puntos, gracias al alivio que supuso la compra de deuda soberana de España e Italia por parte del Banco Central Europeo (BCE). En ese drástico descenso fue crucial el desplome de la rentabilidad del bono español a 10 años, que terminó la semana pasada en el 6,053% y que ayer bajó hasta el 5,156%, un nivel desconocido desde el pasado 21 de marzo. En cambio, el rendimiento de los títulos alemanes con vencimiento en 2021 -con los que se compara a los bonos españoles para obtener la prima de riesgo o diferencial- avanzó hasta el 2,262%, frente al 2,345% del viernes.
El anuncio que hizo el domingo el BCE de que iba a comprar "activamente" deuda de España e Italia para evitar que se contagie de la crisis también se tradujo en una importante relajación de la prima italiana, que se colocó en 301,5 puntos básicos, todavía por encima de la española. La prima de riesgo de España, que se situó al cierre de la sesión en su nivel más bajo desde el 21 de julio, inició su caída en picado a primera hora de la mañana, hasta el mínimo de 274,07 puntos básicos, animada por las compras del BCE, que según entidades como Royal Bank of Scotland podrían haber totalizado 2.500 millones de euros.
Precisamente, la jornada se ensombreció después de que la agencia de medición de riesgos S&P diera un nuevo varapalo al afirmar que existe un 33% de probabilidades de que entre los próximos 6 y 26 meses vuelva a rebajar la calificación de la deuda de EEUU.
La noticia pasó desapercibida en el mercado de deuda, presa de la euforia por la intervención del BCE, aunque sin embargo sumergió en números rojos a todas las bolsas mundiales.