La crisis de deuda amenaza la recuperación

asier diez mon

bilbao. Los constantes ataques a la deuda soberana española han alcanzado su punto álgido esta semana con dos récords casi consecutivos que han colocado la prima de riesgo muy cerca de la temida barrera de los cuatrocientos puntos. Dos profesores universitarios y un analista financiero consultados por DNA arrojan luz sobre la compleja situación y coinciden en varios puntos de su análisis.

Entre ellos, en la necesidad de poner fin a la marejada para evitar que se continúe retrasando la recuperación económica y en que la respuesta es "más Europa", a través de la compra de bonos de los países en riesgo, la puesta en marcha de los acuerdos del fondo de rescate de países o la emisión de eurobonos.

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Compra masiva de deuda española por parte del BCE

"Nos estamos quedando sin argumentos, sin claves. No funcionan las medidas puestas en marcha y no podemos aguantar mucho más tiempo". Mari Carmen Gallastegi, catedrática de Economía de la UPV y ex consejera del Gobierno vasco, no tiene ninguna duda: la situación es crítica. Y el único bálsamo a corto plazo es que el Banco Central Europeo "actúe y compre de forma masiva" deuda española. Es una dinámica extensible al problema italiano, porque en el trasfondo no solo está el futuro de un país, también está en el horizonte el propio euro.

Hay un error de base, sostiene Gallastegi. Cuando se configuró la Unión Monetaria se descartó la posibilidad de emitir en eurobonos, una herramienta que ahora permitiría a los países más débiles colocarse bajo el paraguas de la fortaleza de las locomotoras europeas, con Alemania al frente, a la hora de buscar financiación.

Cuando el endeudamiento está bajo control, la emisión de bonos es un instrumento muy válido en época de crisis. Si por el contrario el mercado marca el ritmo, es un arma de doble filo. La respuesta ante esa situación debe ser "inmediata". Pagar intereses superiores al 6% es "dramático" porque empuja a la economía del país afectado, en este caso España, a un "círculo maligno". "Un país que se ve obligado a pagar ese interés, tiene menos dinero para crear empleo, mejorar infraestructuras o apostar por la innovación. El Presupuesto se va en pagar intereses y la economía real se resiente", asegura.

Si se quiere evitar esa situación, el margen de maniobra es más que reducido. El paso más inmediato, la compra de bonos por parte del BCE. A medio plazo, la puesta en marcha de un sistema de emisión de deuda comunitaria. En la situación actual, hasta el compromiso de lanzar esos eurobonos aliviaría las tensiones. "Es clave una apuesta por la moneda para romper el círculo", afirma.

A pesar de las estrecheces actuales, Gallastegi no obvia que en agosto todo tiene más impacto, "sobre todo si es malo". No se trata por tanto de cuánto tiempo puede aguantar la economía española, si no de su capacidad, con la ayuda de Europa, de evitar que su prima de riesgo supere ciertos umbrales. Y hay uno muy claro que se bordea, el nivel de los 400.

La implicación de la eurozona y sobre todo de Alemania es vital en ese sentido, si bien la catedrática de la UPV no se le escapa la "asimetría" entre la lentitud con la que se pone en marcha la maquinaria europea y "la rapidez con la que actúa el mercado al más mínimo rumor".

mercagentes > jesús de blas

Frenar la subida de tipos y cambiar la actitud de Alemania

Jesús de Blas, del Departamento de Renta Variable de Mercagentes Crédit Agricole, reconoce que la crisis de deuda tiene un componente subjetivo. "Como en cualquier mercado, cuando entra el miedo es muy difícil contenerlo", recalca. Eso no oculta otro aspecto más objetivo del problema. "No es una ficción, una invención del mercado para ganar dinero. Hay países débiles y se está lastrando su crecimiento futuro. No es una entelequia, si se encarece el pago de su deuda, se encarece también la financiación de las empresas y luego el de las familias", añade.

Jesús de Blas cree que no hay grandes respuestas ante esta situación "porque todo lo que se ha hecho hasta ahora no ha servido". Pero hay actuaciones que pueden ayudar, como por ejemplo que el BCE se "olvide" de nuevas subidas de tipos este año. Hay soluciones "más drásticas", como aprobar quitas. Sin descartar los eurobonos, porque la única salida es "más Europa".

Además, es necesario, sostiene el analista de Mercagentes, un cambio de actitud por parte de Alemania preocupado en exceso por las tensiones inflacionistas. "Si el mercado sigue así no va a quedar nada para nadie", indica en relación a una cuestión incontestable: "Alemania se está financiando a un nivel más bajo que nunca, se aprovecha de la situación".

De Blas considera que puede llegar un momento en el que ya no haya margen de maniobra. "No se trata de lo que pueda resistir un país, si no de que es puede llegar un a un punto en el que ese país no encuentre quien le preste y no puede financiarse". Si se alcanza esa fase el problema será ingobernable, puesto que tanto España como Italia son países de un "tamaño imposible de rescatar" para el resto de la Unión Monetaria.

La solución es, por tanto muy compleja: hay pocos "activos políticos" capaces de amortiguar la situación. De hecho, relativiza el impacto del adelanto electoral recién anunciado por Zapatero. "En parte sí puede mejorar la situación, pero el mercado es muy impaciente y noviembre está todavía muy lejos para los inversores", concluye.

deusto > joseba madariaga

Mensaje claro de Europa en favor de la moneda única

El director de la Comercial de Deusto y jefe de Estudios de Caja Laboral, Joseba Madariaga, inicia su análisis mostrando su "sorpresa por el rapidísimo deterioro del déficit", acompañado por una "inusual aceleración del crecimiento del endeudamiento" de España. Aún así, el Estado sigue estando por debajo de los niveles de déficit de países como Alemania, siempre una referencia, y pero España ha sido incluida "en el mismo saco de los países con problemas", los rescatados. Madariaga remarca que nada tiene que ver la actual crisis de deuda con la situación que arrojó a Grecia al abismo, que partía del "maquillaje" de las cuentas públicas y de una pésima gestión de los recursos. Tampoco tiene parangón el problema con el de Irlanda, originado por una crisis bancaria y por el rescate público. Hay analogías con Portugal, víctima de una erosión de la competitividad, si bien el caso español es más moderado. La base del problema del Estado es la "irracionalidad" del comportamiento del mercado. Los síntomas no se corresponden con la enfermedad. El paciente está al borde del colapso aunque el cuadro clínico no es tan pesimista.

"El mercado, que suena muy etéreo aunque estamos hablando de prestamistas, hace una lectura del problema: a ver sino va a ser capaz de pagarme la deuda y exige que el interés sea mayor. La deuda se incrementa y el crecimiento económico que se registre, fuerte o débil, acaba pagando parte del déficit", indica.

Esa dinámica puede llegar a contraer el leve crecimiento actual del PIB, insuficiente para generar empleo. Y si eso ocurre, España estará condenada a reducir más sus gastos o a subir impuestos. "Es una burbuja a la inversa, un círculo vicioso, generado por el comportamiento irracional del mercado", añade.

La solución es muy compleja por ese motivo. Sobre todo si se tiene en cuenta que la filosofía del segundo rescate de Grecia es una respuesta irreprochable desde el punto de vista técnico que no ha calmado las tensiones en la periferia del euro.

Jesus de Blas, del departamento de Renta Variable de Mercagentes Crédit Agricole. Foto: luis gómez

Mari Carmen Garmendia, ex consejera vasca de Economía y catedrática de la UPV. Foto: zigor alkorta

Joseba Madariaga, director de La Comercial de Deusto.

Foto: o. martínez