madrid. A fuerza de recortar tela, el traje del gasto le queda cada día más pequeño al Gobierno español. Sin margen de maniobra, el gabinete de crisis convocado ayer por Rodríguez Zapatero no pudo llegar a otra conclusión que la necesidad de acometer las reformas previstas, incidir en la política de ajuste del gasto -con un plan sobre la mesa para ahorrar 2.400 millones de euros en medicamentos- y mirar a Bruselas a la espera de que la Unión Europea dé un mayor ritmo a los mecanismos pactados para frenar la especulación en los mercados.
La ministra de Economía, Elena Salgado, fue la encargada de ponerle voz al mensaje en torno a las nueve de la noche, al término de la reunión, y tras una jornada marcada de nuevo por la zozobra que genera la escalada de la prima de riesgo. A pesar de que las alarmas se han disparado, Salgado se negó a calificar de "gravísima", y mostró "la determinación" del Gobierno de culminar las reformas. También expresó su "seguridad" en torno al cumplimiento del objetivo de déficit y reclamó una mejora de la gobernanza europea para poner cuanto antes en marcha los acuerdos adoptados el pasado 21 de julio sobre el plan de ayuda a Grecia y la reforma del mecanismo europeo de apoyo a los países de la zona euro.
"La situación es de tensión, pero España la aborda en una posición de relativa tranquilidad. La deuda terminará el año en el entorno del 68% del PIB, muy lejos de países como Alemania o Bélgica que superan el 100%, y las emisiones de deuda ya han cubierto más de dos tercios de las necesidades de todo el año", dijo.
mensaje a europa "Hay motivo de preocupación, pero no la calificaría de gravísima. Debe ser un acicate para que Europa lleve a cabo todos los procedimientos en el plazo más breve", añadió.
Salgado reiteró que la tensión vivida en estos tres últimos días en los mercados tiene su origen en la situación de Estados Unidos y sus "dificultades" para alcanzar un acuerdo sobre el techo de deuda, así como en la ralentización de la economía americana y su posible influencia sobre otros países, lo que, en su opinión, "ha generado dudas que han exacerbado las circunstancias que no fueron resueltas en los acuerdos adoptados" por el Eurogrupo el pasado 21 de julio. Así, insistió en la necesidad de poner en marcha todos estos procedimientos "lo antes posible".
A esas horas de la noche, se habían alimentado varios rumores en torno a la puesta en marcha de nuevas medidas. Alguno, por cierto, puesto sobre la mesa por el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, quien por la mañana había anunciado "modificaciones" en el Impuesto de Sociedades en una entrevista en Europa Press. Las urgencias de recaudación del Ejecutivo solo permitían una interpretación, los tipos del impuesto iban a subir. Salgado lo desmintió y explicó que el Ejecutivo busca fórmulas para mejorar la gestión de la tasa e ingresar más dinero en las arcas públicas.
Aclarada la cuestión mas espinosa en un momento en el que los empresarios reclaman menor presión fiscal, la ministra no concretó mucho más respecto a los pasos que dará el Gobierno los próximos días. Un periodo en el que se intuye que solo una respuesta a nivel europeo puede rebajar las tensiones. La primera oportunidad puede llegar hoy, con la reunión ordinaria del Banco Central Europeo. Cada vez son mayores las voces que reclaman a la entidad emisora que compre deuda de los países en riesgo de forma masiva para aliviar los mercados y no se descarta que el BCE lance hoy un mensaje en esa dirección.
Ramón Jáuregui aseguró que el Gobierno central celebrará el próximo 26 de agosto un segundo Consejo de Ministros extraordinario para continuar aprobando medidas que corrijan el rumbo y mejoren la percepción de los mercados. Antes, el día 19, se aprobarán las iniciativas en relación al Impuesto de Sociedades y al recorte en el gasto farmacéutico.