BRUSELAS. "La evolución en los mercados de deuda soberana de Italia y España son motivo de profunda preocupación. Estos acontecimientos son claramente injustificados en base a los datos económicos y presupuestarios en estos dos Estados miembros y a los pasos que están dando para reforzar estos indicadores", ha declarado Barroso en un comunicado.
También ha defendido las medidas acordadas por los líderes de la Eurozona en la cumbre del pasado 21 de julio, como son las condiciones del segundo rescate de Grecia y la flexibilización del fondo de rescate europeo y ha pedido a los gobiernos europeos que aceleren los trámites parlamentarios para poder ratificar esas medidas.
Barroso insiste en que es "esencial" avanzar rápidamente en la puesta en marcha de todos los compromisos de los Estados miembros para "enviar una señal inequívoca" de la determinación de los países de la moneda única para afrontar la crisis de deuda con instrumentos "acordes a la gravedad de la crisis".
El presidente del Ejecutivo comunitario señala que están en marcha los trabajos técnicos para concretar los detalles del acuerdo del 21 de julio y afirma que se completarán "con urgencia".
"La puesta en marcha de algunas de estas medidas necesitarán también la actuación de los parlamentos nacionales y hoy escribo a los jefes de Estado y de Gobierno para instarles a asegurar que esas acciones se llevan a cabo sin dilación", añade Barroso en la declaración.
En su declaración lanzada a primera hora de la tarde, Barroso considera que las "tensiones" en los mercados son el reflejo de una creciente preocuación en los mercados respecto a la capacidad de respuesta de la zona euro a la crisis de deuda.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Eurozona reconocieron en su última reunión del 21 de julio la "naturaleza sistémica" de la crisis de deuda soberana, explica Barroso, y acordaron una solución única para la crisis Griega que implica tanto al sector público como al privado.
Pero recuerda que la intervención del sector privado no es una medida estándar y que también se acordó flexibilizar el fondo de rescate dotado con 750.000 millones de euros, reformar las estructuras de gobernanza económica de la zona euro y adaptar el método de trabajo a las necesidades de la gestión de la crisis, con cada institución haciendo su parte.
CONTACTOS A TODOS LOS NIVELES
El repunte de las primas de riesgo de Italia y España ha intensificado los contactos "a todos los niveles" entre las capitales de la UE y el Ejecutivo comunitario, según han avanzado esta mañana fuentes comunitarias.
De hecho, el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero, habló el martes con Barroso y este miércoles lo ha hecho con el presidente permanente del Consejo, Herman Van Rompuy, para examinar la situación. Mientras que el ministro de Finanzas italiano, Giulio Tremonti, ha contactado con el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, y viajado a Luxemburgo para hablar con el jefe del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.
Bruselas insiste en subrayar la "confianza" que tiene en Madrid y Roma y sus compromisos respectivos para llevar adelante las medidas de ajuste a las que se han comprometido con la UE. Además deja claro que "no se discute ningún plan de rescate" para ninguno de estos dos países, según recalcan fuentes comunitarias.