Bilbao. Los ojos de medio mundo se centraron ayer en la acogida de los mercados al acuerdo de última hora alcanzado en EEUU por demócratas y republicanos. Un pacto que permitía salvar al país de la que podría haber sido su primera suspensión de pagos en la historia y que llegó justo antes de la apertura de los parqués. Sin embargo, los malos datos sobre la recuperación en Estados Unidos dieron al traste con la ligera alegría con la que se había abierto la jornada en Wall Street y en toda Europa. La incertidumbre volvió a los parqués europeos y la jornada se tornó negra a este lado del charco.

El acuerdo alcanzado para elevar el techo de gasto del gigante americano y evitar un inminente impago no fue suficiente para calmar el temor de los inversores, que no acogieron con optimismo el anuncio de Barack Obama, en la madrugada del lunes hora vasca. Los expertos subrayan que el mercado ya había descontado dicho acuerdo, por lo que los parqués e inversores centraron su atención en los datos de la economía de la teórica primera potencia mundial y ahí, las cifras ayer se tornaron preocupantes. Todo apunta hacia una lenta recuperación de la economía estadounidense. Así, el indicador de actividad del sector manufacturero se situó en julio en el 50,9%, frente al 55,3% registrado el mes anterior, según los datos del Instituto de Gestión de la Oferta hechos públicos ayer, lo que supone la peor lectura del índice desde julio de 2009. Ese dato avivó los temores sobre el debilitamiento económico y desencadenó una gran tormenta en los parqués, que en Europa, cerraron la jornada en números rojos.

Los expertos inciden en que el acuerdo sobre el techo de gasto, permite ganar tiempo, pero no soluciona el problema principal de la economía estadounidense y no despeja la posibilidad de una rebaja de la calificación crediticia de aquel país, a la espera de lo que las agencias, en especial Standard & Poor's, decidan estos días tras estudiar el plan propuesto para reducir el déficit estadounidense.

El mal dato del sector manufacturero de EEUU llevó a Wall Street a abrir a la baja, lastrando al resto de mercados europeos. El parqué español abrió con subidas superiores al 1%, pero tras unos minutos de cotización se situó en terreno negativo y no pudo remontar la tendencia. De este modo, el Ibex se anotó su mayor caída en un año y marcó su nivel más bajo en nueve meses. El resto de indicadores europeos, que lucharon por mantener las ganancias durante casi toda la sesión, también se rindieron ante el huracán americano. Milán cedió un 3,1%, seguido de Lisboa (-2,5%), París (-2,27%), Frankfurt (-1,74%) y Londres (-0,7%).

Las únicas bolsas que se libraron de esa tendencia fueron las asiáticas, que cerraron sus mercados antes de conocer los resultados. Así, los principales indicadores bursátiles de Asia concluyeron la jornada con subidas generalizadas, atribuidas por los analistas al acuerdo político sobre la deuda en Estados Unidos. El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró con una subida del 1,34%; el índice Kospi del mercado surcoreano, cerró con una ganancia del 1,83%; y el mercado bursátil de Hong Kong cerró con un ascenso del 0,99%.

Y todo eso después de una jornada en la que se esperaba la valoración de los mercados del plan que permitirá a EEUU evitar su primer default. Obama presentó ayer el acuerdo con demócratas y republicanos que incluye la reducción inmediata de un billón de dólares en gastos y no descarta, en una segunda fase, la posibilidad de impulsar algunas subidas de impuestos. "¿Es este el compromiso que yo hubiera preferido? No", afirmó tajante el presidente de EEUU. "Pero es un acuerdo que permita afrontar seriamente el problema del déficit y termina una crisis que hubiera tenido efectos devastadores", dijo.

Ayer los medios de medio mundo analizaron el acuerdo y el veredicto parece casi unánime. No hay vencedor en las negociaciones, aunque Obama ha perdido credibilidad y el Tea Party se ha hecho notar; todo a un año de las presidenciales.