Vitoria. La estacionalidad de los meses de verano y el leve repunte de sectores como el de la construcción y la industria siguen animando el mercado laboral, reduciendo el paro en el segundo trimestre del año en Álava en 3.700 personas, o lo que es lo mismo, dejando su tasa de desempleo en el 7,4%, la más baja de toda la CAV. Gipuzkoa registró un comportamiento también positivo con 1.200 personas menos en situación de desempleo (8,4%), mientras que Bizkaia fue la única que protagonizó un guarismo negativo: 2.300 personas dejaron de trabajar entre abril y junio, disparándose el índice vizcaino hasta el 13,3%, según los datos que ayer hizo públicos Eustat.

En virtud del peso específico de Bizkaia, este "mal comportamiento", como lo calificó ayer la portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, afectó de llenó al mapa laboral vasco, que a pesar de aumentar en este periodo su estancada población activa hasta los 943.200 trabajadores vio sin embargo cómo el paro continuaba creciendo en 1.800 personas. A día de hoy, el número de desempleados vascos, es decir, aquellos que buscan trabajo, hacen gestiones activas para encontrarlo y además están disponibles para asumirlo, se estima en casi 115.000 personas, el 10,9%, casi dos puntos porcentuales más que hace un año (19.900 parados más).

Desempleo juvenil En este escenario, los datos del segundo trimestre recogen un aumento de la tasa femenina, que sube el 11,3%, y sobre todo un dramático repunte del desempleo juvenil, que afecta en estos momentos a 12.600 jóvenes de entre 16 y 24 años, es decir, casi el 24%. Según Eustat, como resultado de la evolución de la población ocupada y parada, la tasa de actividad vasca es en estos momentos del 56,6% -tres décimas más que en el trimestre anterior- gracias al crecimiento del empleo femenino.

La ocupación también refleja la diferencia entre territorios, ya que en Álava hay 4.200 empleos netos más y en Gipuzkoa 1.300, mientras que en Bizkaia se destruyeron 2.300 puestos de trabajo. Por sectores, el de servicios ganó 4.600 empleos netos y construcción 1.400, frente a la industria, que perdió entre abril y junio 1.600 empleos, y la agricultura, que cedió 1.300 trabajos.

Más temporalidad Las referencias laborales también sirvieron para certificar una realidad que en los últimos meses ha puesto en entredicho la polémica reforma laboral aprobada por el Gobierno español hace un año. Uno de los argumentos que justificaron su puesta en marcha fue precisamente la necesidad de acabar con los contratos tempoarales, una premisa sigue sin cumplirse. En concreto, el número de asalariados con contrato indefinido descendió entre abril y junio en 12.500, situándose en 602.600, mientras que los asalariados con contrato temporal (incluyendo aquellos sin contrato) aumentaron en 18.7000, alcanzando en estos momentos las 181.100 personas.