BILBAO. Los miembros de la coalición Bildu -compuesta por Eusko Alkartasuna, Alternatiba e izquierda abertzale- cayeron ayer en contradicciones respecto a la nueva ley de cajas de Euskadi. Mientras el parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, adelantó que su grupo enmendará el proyecto de ley del Gobierno Vasco porque, a su juicio, la deja en manos privadas, pone en cuestión su función social y busca perjudicar a las fuerzas abertzales, la portavoz foral de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, afirmó que en principio no se opondrán al proyecto de ley porque contiene “cosas interesantes”.

Agirrezabala explicó en un comunicado que su grupo se opone el proyecto de ley porque, por un lado, reduce al 40% la representación de las administraciones públicas en las asambleas de las cajas y eso supone “su privatización”. En este sentido, indicó que enmendará el proyecto para “garantizar el control público de las cajas” y advirtió que para eso “es imprescindible que las administraciones ostenten al menos el 50% de la representación” en las asambleas como ahora.

Sin embargo, su compañera Ugarte, que ayer se estrenó en su primera comparecencia como portavoz del gobierno foral guipuzcoano, insistió en un mensaje contrario, al indicar que Bildu “en principio” no se opone a la ley, porque contiene cuestiones “interesantes” como la participación ciudadana y el recorte de la participación de las instituciones. Es decir, mientras uno insiste en que las administraciones pierden poder y ello supone un paso atrás, la otra afirma que esa cuestión es “interesante”. Además, Agirrezabala expresó su oposición a que no haya cargos políticos electos en los órganos de gobierno de las cajas, como persigue el proyecto de ley, y considera que “el control público debe quedar garantizado a través de los cargos electos, de los que han sido elegidos en representación de la ciudadanía”. En ese contexto, criticó que se quiera rebajar del 30% al 17% la presencia de los ayuntamientos en las asambleas generales y denunció que “el Ejecutivo sólo busca perjudicar a las fuerzas abertzales, muy mayoritarias, y beneficiar, por lo tanto, al PSE y al PP”.

Y entre tanto, el secretario general de EA y portavoz de Bildu, Pello Urizar, aseguró que la coalición estudiará “en profundidad” el proyecto de ley de cajas y no “admitirá” representaciones “artificiales”. “Lo que sí tenemos claro es que no vamos a admitir que la representatividad que tienen ahora mismo las diferentes cajas, que está claro que es una representatividad de las diferentes instituciones que las crearon, pero también de los impositores y los Ayuntamientos, se vea alterada para meter representación que, para nosotros, pueda ser artificial”, dijo.

Por otra parte, el sindicato LAB insistió en que tendrán que hacer “una lectura detallada” de la ley, pero adelantó que su “primera impresión” es que “está hecha mirando los intereses del Estado español, en contra de Euskal Herria, y en favor de la patronal”.

Proceso de integración La Diputación de Gipuzkoa pidió ayer a Hamaikabat que deje sus cargos en la asamblea de Kutxa para dar entrada a Bildu, de forma que este órgano refleje los resultados de las pasadas elecciones municipales y forales y se pueda abordar la fusión de las cajas vascas “en consonancia” con lo dictaminado por las urnas. El ejecutivo foral propone que los seis representantes del PNV y los cuatro de H1! que actualmente forman parte de la asamblea en representación de la Diputación sean sustituidos por cuatro de Bildu, tres del PNV, dos del PSE/EE y uno del PP, en un reparto proporcional al del tamaño de los grupos junteros de la cámara, de la que ya no forma parte H1!.

Hamaikabat por su parte, reafirmó ayer que no dejará esos cargos. La formación que preside Iñaki Galdos señaló que la Kutxa es una entidad independiente de la Diputación con unos estatutos y unos plazos de renovación ya establecidos. La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, reclamó que “dejen a la población guipuzcoana decidir lo que quiere hacer, qué tipo de fusión quiere y cómo quiere hacerlo porque, al final lo que están haciendo es hipotecar los próximos diez años de gestión”.

La portavoz foral indicó ayer que Bildu no se opone a la fusión que, a su juicio, es “interesante” pero consideró que la misma se tiene que producir “de una manera acorde con el objeto social de las Cajas”. También Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna afirmó ayer que la coalición tiene “claro” que la fusión es “necesaria para tener una caja fuerte” pero teme “que se busque otra cosa”.