vitoria. El desarrollo del vehículo eléctrico en Euskadi registró ayer un nuevo paso de la mano de Ibil -sociedad encargada del despliegue de esta tecnología en la CAV-, que cerró un protocolo con Renault y Nissan para instalar puntos de recarga en hogares y empresas. El Ente Vasco de la Energía (EVE) y Repsol, que constituyen al 50% la sociedad Ibil, anunciaron que la experiencia vasca será la primera comunidad que la asuma entre sus particulares antes de extenderse al resto del Estado.
La filosofía de la apuesta es sencilla. Quienes adquieran vehículos eléctricos en concesionarios de la alianza Renault-Nissan podrán contratar los servicios de Ibil para que les instale un poste de recarga en su domicilio, además de los que ya se están creando en la red pública vasca. Estos puntos de recarga, anunció en una nota el ente público, contarán con "todas las garantías de seguridad y fiabilidad" y estarán conectados permanentemente con el centro de control de Ibil, que hará un seguimiento de las recargas, identificará a los usuarios y atenderá posibles incidencias. Este servicio se sumará así al crecimiento de los puntos de recarga planificados en el ámbito público - bautizados como electrolineras-, que ya se está desarrollando en Euskadi y que espera alcanzar los 125 postes de recarga para finales de este año.
"Una realidad tangible" Toda la energía eléctrica que suministrarán estos puntos de recarga será 100% renovable, dentro de la estrategia de fomentar la movilidad sostenible. El Gobierno Vasco confía en que el acuerdo ayudará a mejorar la eficiencia en el transporte y promoverá nuevas oportunidades de negocio, sobre todo en los sectores de la automoción, el equipamiento eléctrico y la electrónica. El Ejecutivo repasó en este sentido los acuerdos alcanzados hasta ahora con diferentes instituciones y empresas automovilísticas para que el proyecto de la movilidad eléctrica sea pronto "una realidad tangible en el tráfico rodado" en el País Vasco.