vitoria. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, advirtió ayer de que un eventual cese de pagos en Estados Unidos dejaría "secuelas graves y reales" en todo el mundo, aunque confía en que el Gobierno y la oposición republicana alcancen un acuerdo para elevar el techo de la deuda antes del 2 de agosto, fecha tope de deuda autorizado por el Congreso de aquel país.
Y es que aunque muchos ojos se centren en la deuda de los países periféricos de la zona euro, como Portugal, Grecia, España o Italia, lo cierto es que los problemas de liquidez también agobian a la gran potencia mundial y una hipotética quiebra o necesidad de rescate de aquel país supondrían consecuencias a nivel global.
En una entrevista a la cadena ABC, Lagarde aseguró que el FMI está "preocupado" y expresó su confianza en que se alcance el acuerdo antes de la fecha límite. De no lograrlo, y con una entrada en moratoria de pagos por primera vez en su historia, la mayor economía del mundo sufriría "un impacto enorme", que dispararía las tasas de interés y supondría "un golpe tremendo para las bolsas en todo el mundo, porque EEUU es un factor muy importante para el resto de los países", dijo la francesa. El líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, John Boehner, y el presidente Barack Obama, tienen por delante una carrera contrarreloj para lograr un acuerdo que eleve el límite de la deuda más allá del autorizado, de 14,3 billones de dólares. El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, afirmó ayer al respecto, que republicanos y demócratas llegarán a un acuerdo a lo largo de esta semana.
En un comunicado, Boehner adelantó que no aceptará de ninguna forma el plan propuesto por Obama, que reduciría en unos 4 billones de dólares el déficit en los próximos diez años e incluye aumentos de los impuestos a los más pudientes, una medida que los republicanos rechazan. En su lugar, el presidente de la Cámara Baja abogó por negociar un acuerdo a corto plazo para aumentar el techo de la deuda más allá de los 14,3 billones de dólares autorizados por el Congreso y ganar tiempo para solventar el problema del déficit.