BRUSELAS. Los exámenes científicos de que dispone Bruselas "confirman que el stock está en buen estado y por encima de los límites biológicos de seguridad", explican las fuentes.
El tamaño estimado del caladero es de 98.450 toneladas, según los datos de que dispone la Comisión y que deben ser aún confirmados por los expertos. La cuota propuesta podría ser revisada si así lo exigen los informes científicos.
La propuesta del Ejecutivo comunitario se basa en el plan de gestión a largo plazo pensado para la anchoa del Cantábrico que aún no ha sido aprobado porque está bloqueado en el Parlamento Europeo, pero que cuenta con el visto bueno de los Veintisiete. Este plan plantea una fórmula matemática para fijar los Totales Admisibles de Captura (TAC) y cuotas de la anchoa en base al estado del recurso y no a una negociación política.
La oferta de Bruselas requiere aún el visto bueno formal de los Veintisiete para su aprobación en un próximo Consejo, pero fuentes comunitarias aseguran que "no habrá problema" en que salga adelante.
España y Francia son los únicos Estados miembros con intereses en este caladero y las posibilidades pesca en 2010 se repartieron en un 80% para la flota española y un 20% para la francesa. Así, la Unión Europea asignó en 2010 una cuota de 15.600 para la anchoa del golfo de Vizcaya, de las que 14.040 fueron asignadas a los buques españoles.
El plan de gestión a largo plazo de la anchoa está pensado para "garantizar la explotación sostenible" del recurso y reducir el riesgo de desaparición de la especie, al tiempo que se permite la sostenibilidad económica de la pesquería.
La Unión Europea abrió el pasado año la pesquería de la anchoa del Cantábrico tras casi cinco años de veda.