Donostia. Los presidentes de Kutxa, BBK y Caja Vital, Xabier Iturbe, Mario Fernández y Carlos Zapatero, respectivamente, se reunirán hoy, por segunda vez, para cerrar definitivamente los flecos que todavía existen para que prospere la fusión y puedan convocar a sus respectivos consejos de administración el próximo día 30, para aprobar la propuesta de segregación y el contrato de integración.
Los presidentes de las tres cajas vascas celebraron ayer su primer encuentro para limar las diferencias existentes en torno a la representación accionarial que cada caja va a tener en el futuro banco, a partir de las valoraciones de los activos y de las empresas participadas realizadas por la consultora externa Asesores Financieros Internacionales (AFI).
Según ha podido saber este periódico, en fuentes de Kutxa, la reunión sirvió para "realizar ajustes finos sobre la valoración de los diferentes activos de cada caja" en la integración que va a dar lugar al nuevo banco.
Las diferencias entre las cajas no sólo están en los porcentajes de participación de cada caja en el nuevo banco, sino en otros aspectos importantes como, por ejemplo, la neutralidad fiscal, la existencia de minorías de bloqueo para la toma de decisiones estratégicas, así como la autonomía que debe tener cada caja a la hora de la toma en consideración de inversiones de relieve que pueden desarrollarse en un determinado territorio.
Sobre el reparto accionarial de las tres cajas en el nuevo banco, los presidentes tienen un marco de juego muy limitado como es el de repartir entre las tres entidades un porcentaje de 10 puntos, a partir de una ecuación mínima de un 50% para BBK, 30% para Kutxa y 10% para Caja Vital.
Fuentes de Kutxa reiteraron ayer, a este periódico que la representación de la caja guipuzcoana en el nuevo banco debe estar varios puntos por encima de ese 30%, so pena que la integración no prospere en la asamblea general.
Otro dato importante es el referido a la neutralidad fiscal, donde parece que está claro que el banco tributará en su respectiva Hacienda foral en función del negocio que realice en cada territorio, aunque parece que hay algunos flecos sobre la forma de reparto de beneficios que pueden incidir de manera importante en los recursos que obtenga cada Obra Social, que en el caso de Gipuzkoa, puede ser importante por las inversiones que tiene en el campo de la asistencia hospitalaria oncológica y en las biociencias.
Otro de los asuntos que están encima de la mesa, al margen del reparto acciones, es conocer el número de miembros que cada caja va a tener en el consejo de administración del nuevo banco y que es importante, sobre todo, si se quiere mantener el arraigo de la entidad con los territorios, a la hora de decidir sobre el apoyo de inversiones estratégicas.
Para ello, se está planteando la conformación de una minoría de bloqueo que hará posible que la toma de decisiones de carácter estratégico, como puede ser el cambio de sede, la ampliación de capital o la entrada a nuevos socios, que se está planteando llegué sólo al 30% del capital, se decida por una mayoría cualificada que cuente con el apoyo de dos de las tres cajas.
En la reunión de ayer, también se plantearon otro tipo de aspectos como es el del futuro organigrama ejecutivo del banco que debe contar con una paridad que guarde relación directa con el peso que cada caja tenga en el banco.