Madrid. El Banco de España advierte que la evolución de los salarios fijados en los convenios durante los primeros meses de 2011 muestra un repunte que, de consolidarse, "pondría en riesgo las mejoras de competitividad necesarias para la reactivación del PIB y del empleo". En el Informe Anual de 2010, la autoridad monetaria indica que después de que la economía española registrara en 2010 una recuperación "muy débil y vacilante" en medio de la crisis de deuda soberana, es necesario garantizar el "carácter temporal" del repunte de la inflación (en mayo se situó en el 3,5% en tasa interanual) y, para ello, afirmó que es imprescindible que "los efectos de segunda ronda sean limitados". Su fórmula: no subir los salarios para limitar la subida de los precios.
Según el informe del Banco de España "una eventual resistencia a aceptar pérdidas transitorias de ingresos reales que para trabajadores y empresas comporta la subida del precio de la energía y de la imposición indirecta, se traduciría en una mayor persistencia de las presiones inflacionistas y en una merma de las posibilidades de recuperación y creación de empleo". Argumenta su tesis con una simulación en un escenario de "flexibilidad salarial total" (es decir, limitar sueldos) y afirma que "ante un aumento del precio del petróleo del 50% se mantendrían 85.000 puestos de trabajo más que en la situación actual". La lectura es que las empresas podrían repercutir el precio de la subida de la energía en una limitación de los sueldos de sus trabajadores.
El emisor subraya además que las perspectivas para 2011 "dibujan un horizonte de recuperación lenta y muy dependiente" del sector exterior, un escenario "sujeto a una gran incertidumbre y a posibles desviaciones a la baja". Es decir, que la recuperación está en riesgo y que el Banco de España aporta como solución preventiva la moderación salarial.
reformas Pero ésta no es la única fórmula de corte neoliberal que defiende, ya que además insiste en la necesidad de profundizar en las reformas estructurales "para culminar la corrección de los desequilibrios". De su grado de exigencia, añade, dependerá la "velocidad y magnitud" de la recuperación y la capacidad de España para crear empleo. En este sentido, tilda de "parcial" la reforma laboral dado que "no modifica" los rasgos fundamentales del marco laboral, así como los sistemas de contratación y de negociación colectiva, si bien señala que aún es "prematuro" efectuar una evaluación del impacto de la misma.
Para el instituto emisor, el comportamiento del empleo sigue siendo el rasgo "más preocupante" de la evolución de la economía española, por lo que insta a completar las medidas ya adoptadas con reformas "de calado" en el sistema de negociación colectiva y en relación con las políticas activas de empleo.
Incide sobre la primera de ellas para lamentar, en la línea de lo expuesto por la patronal, que los convenios actuales relacionen salarios e IPC, "lo que fomenta incrementos salariales escasamente vinculados a las condiciones económicas específicas de las empresas". Frente a esto su fórmula es relacionar salarios y productividad, como solicita la CEOE (también piden los empresarios repercutir el absentismo en la nómina y primar los convenios de empresa sobre los de sector).
recetas Finalmente el Banco de España también ve en riesgo el cumplimiento de los compromisos de déficit del Gobierno para este año por el exceso de optimismo en las previsiones de crecimiento. Para paliarlo, las fórmulas por las que apuesta el emisor también son conocidas: aumento del IVA e implantación de un techo de gasto a las administraciones autonómicas. Interpreta el Banco de España que todavía hay margen para una nueva subida del IVA y recuerda que sus tipos de gravamen, incluso después del incremento de 2010, "siguen por debajo de la media de los países de la OCDE".
Este planteamiento coincide con el expuesto la pasada semana la Comisión Europea que pedía a España más recortes y una subida impositiva para cumplir el objetivo de déficit en 2012.