Vitoria. Epsilon Euskadi parece no encontrar salida a la compleja situación económica en la que se halla sumida, después de que en marzo se acogiera a un procedimiento preconcursal para intentar llegar a alguna entente con sus acreedores que le permitiera sortear los ocho millones de pérdidas acumulados en los últimos tres años. La reciente decisión de Caja Vital de iniciar la ejecución del aval que el anterior Ejecutivo vasco concedió a la firma ha encendido ahora todas las alarmas en el Parque Tecnológico de Álava, que en una reunión celebrada ayer por su Consejo de Administración, trasladó públicamente su preocupación por esta situación, "dado que el Parque garantiza los créditos hipotecarios concedidos en su día por la propia Vital y la Kutxa en una horquilla que va de 14,6 a 22,5 millones de euros".
Además, los informes jurídico y económico elaborados por el Gobierno Vasco y remitidos al Consejo del Parque "indican que pudo haber irregularidades a la hora de tramitar la garantía del Parque a los créditos hipotecarios concedidos a Epsilon".
Según explicó el propio presidente de la firma, Joan Villadelprat, ante la Comisión de Industria del Parlamento Vasco hace un mes, Epsilon Euskadi comprometió en 2008 dos créditos con Kutxa y Caja Vital, por valor de ocho millones de euros cada uno, hipotecando el edificio de Miñano. La fallida llegada de un inversor americano dispuesto a invertir en la compañía, dijo entonces Villadelprat, le obligó a pedir ayuda al Gobierno Vasco en noviembre de 2010 y solicitar a las cajas un aplazamiento de un año del capital, que no fue admitido. Villadelprat aseguraba que negociaba con cuatro inversores procedentes de China, Estados Unidos y Emiratos Árabes dispuestos a inyectar casi 50 millones de euros, pero esta vía tampoco ha fructificado.
De modo que Caja Vital ha notificado al Parque Tecnológico de Álava su intención de ejecutar la hipoteca por impago, tal y como ayer informó en un comunicado el Consejo de Administración. La dirección de Miñano expresa en él su inquietud, pues "esta situación puede tener un efecto inmediato en el Parque, que haría necesaria una intervención extraordinaria de sus accionistas". Miñano se comprometió con la compañía a presentarse a la subasta hipotecaria y pujar por el inmueble entre 14,6 y 22,5 millones de euros, cediendo además el rango de su hipoteca ante las de las cajas, de manera que ante cualquier problema, cobraría después de Caja Vital y Kutxa. Según un informe independiente, el inmueble que ocupa la firma automovilística tiene hoy un precio de 19,4 millones.
Pero el Consejo del Parque ahonda además en la línea que ya fue apuntada por el consejero de Industria, Bernabé Unda, sobre la idoneidad de la concesión en su día de ayudas a esta empresa. Los informes elaborados por el Gobierno Vasco indican que el trámite de la garantía del Parque a los créditos pudo ser "irregular", al no constar que tuviera la autorización del Ejecutivo autonómico ni haber sido comunicada la operación a la UE para determinar si eran ayudas de Estado. El informe solicitado al despacho legal asesor del Parque estima que en este momento no concurren requisitos legales exigidos para que existan responsabilidades de los consejeros.