vitoria. El consejero de Industria, Bernabé Unda, inició ayer en Alemania su visita institucional a algunas de las compañías más emblemáticas del país con un llamamiento expreso a la plantilla alavesa de Mercedes Benz e incluso a sus propios dirigentes para que acuerden cuanto antes, y con "diálogo", el nuevo convenio laboral que previsiblemente marcará el futuro de la factoría de Ali Gobeo. Porque de la consecución de este acuerdo que fijará las bases del nuevo marco laboral dependerá la adjudicación por parte de Alemania del modelo de furgoneta que sustituirá a las actuales Vito y Viano. Esta decisión aseguraría carga de trabajo para la planta alavesa durante los próximos 15 años y generaría un millar de puestos de trabajo. Así que el caramelo es más que apetecible, sobre todo ahora que la situación del sector de la automoción es extremadamente delicada. Sin embargo, el objetivo no puede estar más alejado de la realidad. Después de trece encuentros entre la Dirección y los sindicatos, las posturas continúan peligrosamente enfrentadas, sin tan siquiera existir un acuerdo de mínimos.
¿Dónde está el problema? El problema surge cuando se ponen sobre la mesa cuestiones como flexibilidad, movilidad funcional, ultraactividad o salarios ligados a la productividad en lugar de al IPC tradicional. Sin concesiones en cuestiones como éstas, asegura la empresa, Vitoria no puede ser competitiva y, por lo tanto, perdería peso como hipotética candidata a ensamblar la futura VS20 frente a una planta hermana de Berlín. "La solución está en manos de los trabajadores y la empresa, pero todos deben ser conscientes de que hay que ser más competitivos si no queremos que Alemania se lleve estre proyecto", advirtió el consejero Unda desde Munich, donde ayer visitó la sede mundial de BMW, con la que trabajan 20 fabricantes vascos de componentes y a la que Unda cuestionó por sus nuevos proyectos con la idea de plantear en qué medida puede Euskadi colaborar en el éxito de sus lanzamientos.