Vitoria. Los empresarios vizcaínos cerraron ayer filas en torno al que será el próximo presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua. El comité ejecutivo de Cebek votó por unanimidad a su candidato oficial y tiene ya atados los apoyos para la ratificación de la propuesta en la junta directiva el próximo miércoles. Ese día será ya el virtual líder de los empresarios vascos aunque el relevo de Miguel Lazpiur se producirá en julio. El nombramiento se produjo sin sorpresas a pesar de la tensión añadida que había supuesto la presentación de un segundo aspirante, José Javier Arteche, por parte de la Federación del Metal y de ciertas distorsiones de índole político.

En cualquier caso, fuentes del entorno de Arteche aseguraron a que no abandonará a pesar de que sus posibilidades son nulas. El presidente del Grupo Arteche considera que puede "aportar mucho" a la patronal en el complejo escenario de salida de la crisis y desea tener la oportunidad de transmitir ese mensaje durante la celebración de la junta de ratificación. En ese encuentro se votará a favor o en contra de Miguel Ángel Lujua. No habrá por tanto dos candidatos y el equilibrio de fuerzas -en principo 29 a tres- garantiza el nombramiento de Lujua por una amplia mayoría que disipa cualquier sombra de pulso interno.

La ejecutiva de los empresarios vizcaínos confiaba en que atroche se retirara ante la desigualdad para evitar que de puertas afuera se perciba una división que no existe. Pero el candidato del Metal está dispuesto a llegar hasta la junta al menos para que se escuche su voz.

Durante el proceso se han denunciado interferencias por parte del Gobierno vasco que han condicionado la elección final y generado demasiado ruido. En principio, todo apuntaba a que el actual presidente de Cebek, José María Vázquez Eguskiza, sería el nuevo presidente de Confebask. Sin embargo, los socialistas mostraron su rechazo con el presidente de la Cámara de Comercio de Álava, Gregorio Rojo como cabeza visible, y realizaron diversos movimientos en la trastienda. Eso se unió al enfrentamiento tradicional entre el aparato de la patronal vizcaína y su Federación del Metal.

A petición del propio Vázquez Eguskiza, los empresarios vizcaínos se vieron obligados a sacar a la luz un nuevo candidato con mayor respaldo. El consenso dentro del comité ejecutivo es unánime en el caso de Lujua. A pesar de todo, han continuado los intentos externos de condicionar la elección. Oficialmente, el Gobierno Vasco consideraba que tanto Lujua como Arteche eran válidos para el cargo, pero el Ejecutivo presionó para que la elección se centrara en un propietario de empresa, un empresario en toda la extensión de la palabra. Algo que a efectos prácticos suponía un veto al que desde ayer es formalmente el candidato oficial.

La patronal vizcaína se ha blindado ante esas distorsiones y ha mantenido firme el rumbo. De hecho, ha apostado por Lujua precisamente porque responde a un perfil empresarial diferente al de sus predecesores. En esa línea, el comité ejecutivo de Cebek recordó ayer que es director general de Mutualia, asociada a las tres patronales vascas, y que por la actividad de la mutua Lujua tiene "excelentes relaciones" con las diputaciones, el Gobierno vasco y central, así como con la CEOE.

La elección de Lujua supondrá el retorno de un vizcaíno a la presidencia de Confebask tras pasar los turnos de Álava y Gipuzkoa. Tradicionalmente, el máximo representante de los empresarios vascos cumplía dos mandatos de tres años cada uno en su cargo. A partir de ahora, cumplirá un solo mandato pero de cuatro años. Los miembros del máximo órgano de Cebek quisieron ayer trasladar al termino de su reunión su "profundo reconocimiento" a Eguskiza "por su generosidad" por apostar por aunar consensos y apartarse de la pugna.

También mostraron su "malestar por la estrategia de acoso y derribo" al presidente de Cebek que, a su juicio, ha guiado los pasos de Ignacio Sáenz de Gorbea a la hora de patrocinar una candidatura paralela.