Bruselas. Los ministros de Economía de la UE aprobaron ayer un rescate de 78.000 millones de euros durante tres años para Portugal cuyo objetivo es ayudarle a hacer frente a su crisis de deuda y "salvaguardar la estabilidad en la eurozona y en la UE en su conjunto".
Portugal se convierte así en el tercer país de la eurozona que recibe asistencia financiera tras Grecia (110.000 millones de euros) e Irlanda (85.000 millones). De los 78.000 millones de euros, 52.000 corresponden a los europeos (26.000 millones avalados por el presupuesto comunitario y 26.000 avalados por los Estados miembros) y 26.000 millones al FMI, que cobrará un tipo de interés por su tramo de entre el 4,25% y el 5,25%.
El precio que cobrará la UE no se ha hecho público, pero estará por encima del 5,5%, según anunció el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. El primer tramo de la ayuda debe hacerse efectivo a finales de mayo o principios de junio para cubrir las necesidades de financiación inmediatas de Lisboa.
España avalará alrededor de 3.247 millones del préstamo a Portugal, el 12,49% del tramo garantizado por los Estados miembros, según fuentes del ministerio de Economía. Es una cantidad sensiblemente inferior a los 5.000 millones que había estimado inicialmente la vicepresienta económica, Elena Salgado.
Inversores privados Al mismo tiempo, las autoridades portuguesas se comprometen a "animar a los inversores privados a mantener su exposición global de forma voluntaria" a la deuda lusa. Se trata de que los bancos participen también en el rescate, aunque sea voluntariamente, tal y como había exigido Finlandia, el país que más se resistió a esta asistencia financiera tras el ascenso en las últimas elecciones del partido populista Verdaderos Finlandeses.
Como contrapartida de la ayuda, Portugal se compromete a aplicar -gane quien gane las elecciones del 5 de junio- un "duro" programa de ajuste para rebajar el déficit al 3% en 2013. El plan incluye la congelación del sueldo de los funcionarios hasta 2013, la reducción de las pensiones más altas y de las prestaciones por desempleo, recortes sociales, disminución del número de ayuntamientos, paralización de grandes obras públicas y privatización de empresas como las energéticas EDP y REN o la aerolínea TAP.
Este ajuste provocará una contracción económica del 2,2% este año y del 1,8% en 2012, mientras que la tasa de paro se disparará hasta el 13%. Pese a ello, el nivel de deuda pública seguirá aumentando hasta el 107% del PIB, según las previsiones de la Comisión.
El rescate de Portugal incluirá un paquete de 12.000 millones de euros para recapitalizar el sector bancario. La UE y el FMI quieren que los bancos portugueses alcancen un nivel de capital básico del 9% a finales de este año y del 10% en 2012.