Madrid. El Ministerio de Trabajo o las consejerías de empleo autonómicas competentes autorizaron el 94,4% de los más de 3.200 expedientes de regulación de empleo (ERE) que se presentaron en los dos primeros meses del año, si bien sólo el 17,7% de éstos expedientes eran de extinción, y contemplaban el despido de un total de 7.409 trabajadores.

Según los últimos datos del departamento que dirige Valeriano Gómez, los ERE autorizados afectaron a un total de 44.404 trabajadores, de los que 27.065 (el 60,9% del total) fueron incluidos en los más de 1.400 expedientes de suspensión aprobados.

Ahora bien, en pleno debate sobre el endurecimiento de las prejubilaciones de los ERE de compañías con beneficios, que el Gobierno prepara como respuesta al recorte de plantilla del 20% anunciado por Telefónica, los empleados afectados por algún tipo de ERE se redujeron un 11,7% con respecto a los dos primeros meses de 2010, cuando un total de 54.716 trabajadores se incluyeron en un expediente de regulación.

Esta disminución con respecto al ejercicio precedente, que podría explicarse por las mayores virulencias de la crisis, se mantuvo también en los expedientes de extinción, aunque de enero a febrero de este año afectaron a 7.400 empleados, esto es, sólo 500 trabajadores menos. En este sentido, desde CCOO acusaban al Gobierno de "gobernar a golpe de titular" para evitar que la Seguridad Social sufrague también las prestaciones por desempleo de ERE presentados por empresas con grandes beneficios, y recordaban que la reforma laboral "facilita" esta posibilidad al contemplar el despido objetivo, con 20 días de indemnización, para compañías con "previsión de pérdidas".

El 91,6% de los 3.111 ERE autorizados en los dos primeros meses del año fueron pactados entre los empresarios y los representantes sindicales, que afectaron a 40.295 trabajadores, con lo que tan sólo algo más de 4.000 empleados se vieron incluidos en un expediente que no contó con beneplácito de los sindicatos.

Capítulo aparte merecen los ERE de reducción de jornada, un instrumento que permite combinar la reducción de jornada con el cobro de la prestación por desempleo, y que da derecho además a una bonificación del 50% en las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes, siempre que la empresa se comprometa a mantener en el empleo a los trabajadores afectados durante al menos el año posterior a la finalización de la reducción de esa jornada siempre autorizada.

La alternativa El Gobierno, adaptando el modelo alemán, ha potenciado durante los últimos meses un modelo de ERE poco habitual en España, según demuestran los datos que maneja el Ministerio de Valeriano Gómez.

En la reforma laboral ha propuesto los ERE de suspensión como alternativa al despido.

Y los efectos del llamado modelo alemán se dejaron notar en los dos primeros meses del año, pues este tipo de expediente se multiplicó por más de cinco, hasta los 9.930 ERE. Además, los ERE de reducción ganaron peso en el total, y pasaron a representar el 22,4% del total de expedientes autorizados, frente al escaso 3,6% que significaban en el mismo periodo de 2010.