MADRID. A falta de cinco sesiones para que termine el mes de abril, el indicador, el más utilizado para el cálculo de hipotecas, subió ayer en tasa diaria al 2,12 %, su nivel más alto desde el 16 de febrero de 2009, cuando se situó en el 2,118 %.
La media mensual provisional alcanza ya el 2,075 %, la más alta desde febrero de 2009 y más de ocho décimas superior a la que alcanzó hace un año, en abril de 2010 (1,225 %).
Abril será el noveno mes consecutivo en el que las hipotecas referenciadas a este indicador suben, ya que tras caer en marzo del año pasado a la cota más baja de su historia el euríbor comenzó a repuntar moderadamente.
Esto supondrá, para una hipoteca media de 150.000 euros contratada en abril de 2010 con un plazo de amortización de 25 años que se revise en mayo, a la que se aplica la tasa del mes anterior, una subida mensual de algo más de 60 euros, más de 730 al año.
Desde que el 3 de marzo el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, adelantara la posibilidad de que el organismo elevaría los tipos de interés en la zona del euro para combatir el repunte de la inflación, el euríbor ha mantenido una tendencia al alza y ha ganado más de dos décimas.
El indicador reaccionaba al día siguiente del anuncio del BCE con una subida de casi 1,5 décimas y a partir de entonces ha seguido una trayectoria alcista que, de mantenerse a este ritmo, colocaría el euríbor en torno al 2,2 % a finales de este mes.
Los analistas consultados por Efe sitúan el euríbor en torno al 2,5 % a finales de año, no tanto a causa del cambio de política monetaria del BCE como por la normalización del mercado de crédito, al tiempo que calculan que los tipos de interés en la zona del euro terminarán el año en el 1,75 %.
Para ello, el organismo procederá a dos nuevas subidas de tipos en la zona del euro a lo largo del año, ambas de un cuarto de punto, algo que los mercados ya dan por descontado.
Expertos y analistas coinciden en señalar que el euríbor estaba en niveles excesivamente bajos, algo que, destacan, no es bueno para la economía, aunque reconocen que tipos de interés más altos perjudicarán sobre todo a las familias hipotecadas.
No obstante, la Asociación Hipotecaria ha descartado que a corto plazo las subidas en las cuotas de los préstamos hipotecarios puedan "tensionar" la capacidad de pago de los hogares españoles, aunque sí reconoce efectos "muy negativos" a medio plazo.
Partidos políticos, sindicatos y asociaciones de consumidores se han manifestado decididamente en contra de la decisión del BCE, que provocará dificultades para las familias y la desaceleración del crecimiento, especialmente en el sector inmobiliario.
La decisión del BCE se apoya en el repunte de la inflación en la zona del euro, que supera el deseado 2 %, un repunte que los expertos explican más por el alza de los precios del petróleo que por problemas estructurales.