El ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Teixeira Dos Santos, renunció ayer a negociar con la oposición otro plan de austeridad. Foto: efe

Portugal debe aprobar en mayo un plan de ajuste más severo que el de Sócrates

adrián legasa

vitoria. El comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Olli Rehn, fijó ayer en 80.000 millones la cantidad que necesita Portugal para escapar de la bancarrota. A cambio, y como garantía para devolver el préstamo, el gobierno portugués debe aprobar a mediados de mayo un plan de ajuste contra el que ya se han alzado los sindicatos y que se intuye aún más severo que el que rechazó el Parlamento hace un mes provocando la dimisión del primer ministro José Sócrates. Ayer mismo, el ministro portugués de Finanzas, Fernando Texeira dos Santos, anunció que su gobierno no está dispuesto a negociar un nuevo plan de austeridad con la oposición emplazando al FMI y a la propia UE a realizar esta labor.

El programa de rescate a Portugal incluirá "una partida específica para la estabilidad financiera y para mantener la solvencia en el sector bancario", explicó ayer el comisario Olli Rehn, y cubrirá el déficit del país durante los próximos tres años. De los 80.000 millones que se prestarán, los países de la UE deberán aportar algo más de 50.000 millones, mientras que el resto lo pagarán entre la Comisión Europea y el FMI. Pero el préstamo, además de llevar aparejado un porcentaje de interés, se realizará con la condición de que Portugal se someta a un "estricto paquete de ajustes", como recordaban ayer diversos portavoces de la UE. Más concretamente, este conjunto de medidas para sanear las arcas públicas deberá incluir, según la propia UE, un ambicioso ajuste fiscal, diversas privatizaciones, una reforma para dotar de mayor flexibilidad al mercado de trabajo, así como un programa para garantizar la solvencia de la banca. Estos serán los pilares del obligado plan de austeridad, que incorporará además otras medidas aún por definir, como explicaron ayer los ministros de finanzas de la Unión.

En esencia, este programa que reclama la UE está en la línea del que presentó el ahora primer ministro en funciones, José Sócrates, el pasado 11 de marzo en el Parlamento, que fue rechazado por la cámara propiciando su dimisión. Y es que la sociedad lusa ya mostró su rechazo en diversas movilizaciones a las medidas de recorte del gasto público anunciadas por Sócrates. Teniendo en cuenta que los ajustes que propondrá la UE serán aún más severos, parece seguro que las protestas tendrán continuidad. En este sentido, la Confederación General de Trabajadores de Portugal, principal organización sindical del país, anunció ayer una convocatoria de huelga general para el próximo día 6 de mayo "en oposición a las medidas que se aprobarán con la llegada del nuevo ejecutivo, que degradarán aún más la situación de los trabajadores", denuncia el sindicato.

En cualquier caso, la UE insiste en que los grupos políticos portugueses deben alcanzar para mediados de mayo un acuerdo para aprobar el paquete de medidas que se les reclama. Como indicó ayer, el objetivo de la Unión es que el gobierno electo tras los comicios anticipados del próximo 5 de junio ponga en marcha lo acordado "rápidamente".

el último rescate Portugal será el tercer país de la zona euro en ser rescatado en el último año tras Grecia e Irlanda. No obstante, la UE aseguró ayer que Portugal será la última víctima y que la crisis no afectará a otros países. "Estoy convencido de que España no necesitará asistencia financiera externa porque ha tomado medidas muy valientes", dijo el comisario Olli Rehn, zanjando así el debate sobre la estabilidad de la economía española y reafirmándose en el mensaje de tranquilidad emitido estos días desde el PSOE.

"El rescate debe destinar una partida específica para mantener la estabilidad financiera y la solvencia bancaria"

"España no necesitará asistencia financiera porque ha tomado medidas muy valientes"

olli rehn

Comisario de Asuntos Económicos de la UE

medidas de ajuste

l Solvencia bancaria. Garantizar la estabilidad de los bancos portugueses es un objetivo prioritario de la Unión Europea, aunque se desconoce qué tipo de medidas se aplicarán.

l Flexibilidad laboral. La UE pedirá al Gobierno luso que dé facilidades a las empresas como una mayor libertad a la hora de despedir.

l Ajuste fiscal. El Estado luso debe incrementar sus ingresos a través de los impuestos para hacer frente a su deuda y poder pagar el rescate europeo.

l Privatizaciones. Será otra de las exigencias de la UE al Estado portugués, ya que la venta de empresas supondrá un ingreso esencial para las arcas públicas.

la cifra

80.000

l Millones de euros. Es la cantidad que Portugal necesita según las estimaciones de la Unión Europea, que aún podrían variar ligeramente. En principio, la mayor parte de la cantidad, unos 50.000 millones, los pagarán entre todos los países de la UE, mientras que el resto del rescate corresponde al FMI y a la Comisión Europea.