Como las pilas que fabrica desde 1934, a Juan Celaya parece que no se le acaba la energía. A sus 91 años acaba de inaugurar en Argentina su último proyecto empresarial, una fábrica de cartuchos de caza que va a generar 120 puestos de trabajo. La planta en cuestión se encuentra ubicada en la localidad de Cerrito, un pequeño pueblo de seis mil habitantes de la provincia de Entre Ríos, y nace bajo el tutelaje empresarial de la compañía CTL Activa Argentina, al frente de la cual se encuentra José Luis Urcelay. Este emprendedor vasco, junto al propio Celaya, participó el pasado miércoles en el acto de inauguración de la fábrica, a la que acudieron diferentes personalidades políticas de la región. Según los primeros cálculos, la mayor parte de la producción se destinará al mercado exterior, estimándose que por cada 100 dólares que se importen en forma de materia prima se exportarán diez veces más, es decir, mil dólares, por lo que el intercambio con el mercado exterior será favorable para Argentina.

"no queremos fallar" Durante su discurso, el veterano empresario vasco expresó inicialmente su agradecimiento por el apoyo recibido para la construcción de la planta, al tiempo que anunció su intención de continuar desarrollando más proyectos en la zona. "Tenemos una tradición y no nos gustaría fallar; no nos basta con decir que vamos a comportarnos bien, sino que el tiempo nos dirá si lo haremos realidad", sostuvo Celaya, mecenas cultural vasco y en cuyo pasado se encuentran muchas de las respuestas a su admiración por Sudamérica. "Chile siempre me ha venido muy de cerca. Cuatro hermanos de mi abuela vinieron aquí muy jóvenes e hicieron su vida en este país, los Emparanza. Luego llegaron dos hermanos de mi padre, que estuvo seis años en este país como exiliado de la Guerra... Y luego los hijos de Oñate nacidos allí e hijos de ellos. En Chile me encuentro como en casa", recordaba en una entrevista.

A sus 91 años -el próximo 29 de agosto añadirá una muesca más a su ya de por sí trepidante vida, la misma que le ha permitido cruzar el charco más de 250 veces - Celaya continúa sin perder ni un minuto pensando en la jubilación o el retiro. "Cuando tienes empresas no te cabe en la cabeza este tema. Además, que lo que he generado yo no lo he hecho solo, sino con un equipo numerosísimo que trabaja conmigo desde hace casi 40 años. Estoy muy implicado con ellos", añadía en esa misma entrevista. El éxito de Celaya es el éxito de la ilusión... y la ambición. Porque sin esos dos motores difícilmente podría haber levantado un grupo empresarial tan anclado en Álava como Cegasa, la compañía de pilas que ahora trata de reflotar y de la que tantas generaciones de vitorianos han vivido durante años. Ese mismo espíritu emprendedor es el que ahora vuelve a poner a Celaya en candela, como a él le gusta. Por eso Urribarri, el gobernador de Entre Ríos, le pidió el miércoles que fuera su embajador en el mundo de esta región "para que las inversiones continúen". Conociéndolo, puede quedar tranquilo el gobernador.