londres. La Policía británica informó ayer de que 214 personas fueron detenidas, por alteración del orden público, el sábado en los incidentes ocurridos tras la manifestación de Londres para protestar contra contra los recortes en el sector público anunciados por el Gobierno de David Cameron. Resultaron heridas 66 personas, la mayoría fueron heridos leves, 31 de los heridos eran policías, de los cuales once debieron ser hospitalizados. La confederación sindical británica Trade Union Congress (TUC, siglas en inglés) organizó la manifestación, que empezó antes del mediodía, de manera pacífica, en la zona de Embankment, sobre el río Támesis, y marchó hasta Hyde Park.

Sin embargo, un grupo minoritario, unas 500 personas, se apartó de la manifestación y marchó por la céntrica calle Oxford Street, donde se enfrentó con agentes de Policía, mientras que algunos arrojaron pintura contra tiendas y sucursales bancarias. Además, hubo forcejeos entre manifestantes y policías ante la famosa tienda de té tradicional inglés, Fortnum & Mason, en la céntrica plaza de Trafalgar y en la calle Piccadilly. Los participantes procedían de distintos puntos del país, por lo que las fuerzas del orden dispusieron en las calles de Londres a unos 4.500 agentes de policía para mantener el orden.

El comandante Bob Broadhurst de la Policía de Londres, a cargo del operativo de seguridad del sábado, dijo ayer a los medios británicos que "este ha sido un acto de vandalismo sin sentido, gamberrismo, no tenía nada que ver con la protesta". La marcha del sábado es la mayor protesta convocada en la capital británica desde la manifestación de 2003 contra la guerra de Irak.