madrid. Grandes empresarios, encabezados por el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, pidieron ayer al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que no adelante las elecciones generales porque sería inconveniente para la recuperación económica.

Los empresarios aprovecharon la reunión en La Moncloa en la que se abordaron las medidas del Pacto del Euro aprobado en Bruselas para formular esa petición a Zapatero, quien les garantizó que el calendario político será "siempre" secundario a las reformas económicas con las que España pretende salir de la crisis.

"No hay ningún otro elemento que condicione el calendario político, que tiene que ser siempre secundario a lo que este país tiene aún que hacer y tiene por delante. Las medidas económicas, las reformas, no están condicionadas a ninguna otra circunstancia", aseveró Zapatero en la rueda de prensa ofrecida tras su encuentro con los cuarenta principales empresarios del país, la CEOE ( Confederación Española de Organizaciones Empresariales ) y Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones ).

Zapatero salió satisfecho de la reunión con los responsables de las cuarenta firmas que facturan el equivalente a la mitad del PIB español, tras haber recibido su reconocimiento de que la situación económica ha mejorado de forma "clara" desde que se vieron por primera vez en noviembre del pasado año.

Además, el presidente del Gobierno se comprometió "a no bajar la guardia" frente a la crisis para que la recuperación económica cobre fuerza y aseguró compartir plenamente con los responsables de las grandes compañías la necesidad de mantener el impulso reformador con nuevas medidas y cambios "de gran relevancia".

La cita, que comenzó pasadas las diez de la mañana, tenía como primera motivación abordar las ocho medidas con las que España va a abordar el cumplimiento del llamado Pacto del Euro, aprobado el pasado viernes por los jefes de Estado o de Gobierno europeos para mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas, en plena crisis portuguesa.

El presidente facilitó información sobre el plan para hacer aflorar el empleo sumergido que el Gobierno va a poner en marcha y para el que quiere contar con el mayor consenso de los interlocutores sociales.

Pero las cuatro horas de reunión, en la que tomaron la palabra un 98 o 99 % de los presentes, dieron también para hablar de la necesidad de flexibilizar el mercado laboral, abaratar los costes energéticos o de alargar los horarios comerciales en zonas turísticas.

negociación colectiva En materia de trabajo confió en que en abril se logre un acuerdo entre empresarios y sindicatos, ya que a finales de ese mes deberá aprobarse el proyecto de ley de reforma de la negociación colectiva. El presidente de la CEOE, Juan Rosell, se encargó de presentar un informe al respecto "exhaustivo y razonablemente esperanzador respecto a la posibilidad de un acuerdo en la dirección adecuada".

En energía, Zapatero recalcó que "hay que hacer más" para abaratar los costes, ya que tan sólo con la reciente subida de la tarifa eléctrica "no podemos garantizar la estabilidad del coste".

Reconoció al respecto que "la política energética necesita el máximo consenso político posible" y por eso han venido "cortejando" al principal partido de la oposición para conseguir un pacto de estado, "pero no es fácil con el PP", dijo.

Rodríguez Zapatero consiguió un compromiso de los empresarios para aprobar un programa para la puesta en marcha de 30.000 becas de formación destinadas a jóvenes desempleados de baja cualificación.

Además, les anunció que el Consejo de Ministros aprobará el viernes la reforma del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) para que tenga más capacidad de apoyo a las empresas españolas en el exterior y sea más ágil y flexible.

Por su parte, el presidente de la Anfac, Francisco García Sanz, pidió a Zapatero que impulse la formación y las políticas de I+D relacionadas con el coche eléctrico para que las empresas se coloquen a la cabeza de este mercado.

A la cita de ayer con los empresarios y los dirigentes de las patronales Anfac y CEOE acudieron por parte del Gobierno, además de Zapatero, los vicepresidentes primero y la segunda, Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado, respectivamente.