bruselas. El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que reformará la ley de estabilidad presupuestaria para controlar el gasto de la Administración General del Estado en base al crecimiento del PIB nominal a medio plazo y confió en que se sumen las comunidades.

Esta es una de las ocho medidas con las que España quiere cumplir el Pacto del euro, aprobado en Bruselas y que Zapatero presentó al concluir el Consejo Europeo, con el objetivo de "reforzar la respuesta a la crisis económica y fortalecer las bases de nuestra economía cara al futuro".

La mayoría de las medidas del plan ya están en marcha o anunciadas, como la reforma de la negociación colectiva, que el Gobierno espera plasmar en un proyecto de ley antes de que termine abril, o un "plan contra el empleo irregular".

Zapatero avanzó que, de junio a diciembre de 2012, habrá "incentivos" para hacer aflorar los empleos sumergidos, pero no apuntó más detalles porque se va a abrir un diálogo con sindicatos y empresarios.

El control del gasto público responde a la exigencia de "sostenibilidad de las finanzas públicas" incluida en el Pacto del Euro y Zapatero subrayó la importancia de tener en cuenta el crecimiento económico, el déficit anual o el superávit a la hora de establecer un techo de gasto. Por respeto al principio constitucional de autonomía financiera, ese control no se va a imponer a las comunidades autónomas, aunque Zapatero desveló que ya han comenzado los contactos para que ellas adopten la misma regla y consideró que el acuerdo es "factible" viendo la actitud del PP. "Será extraordinariamente útil que las comunidades se autoimpongan más control del gasto", recalcó, antes de apostar por lograr "un gran pacto" en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera porque el acuerdo es el camino "más sólido y más seguro" para garantizar la estabilidad presupuestaria.

Zapatero subrayó que su Gobierno comenzó a poner en marcha "un ambicioso plan de reformas" en diciembre de 2009, antes de que estallara en pasado mayo la crisis de la deuda soberana griega, y se mostró convencido de su efectividad a la hora de fortalecer la estabilidad del país y despejar dudas e incógnitas.

A su juicio, España está "en la senda de la estabilidad", por lo que la crisis portuguesa no va a exigir ir más rápido en el camino trazado.

Por ello, dijo que no hay "ninguna urgencia" en reformar la negociación colectiva y consideró "razonable" que sindicatos y empresarios puedan necesitar "quince o veinte días más". "Que llegue al acuerdo y que podamos cuanto antes trasladarlo a un proyecto de ley; será una aportación más de confianza", dijo.

confianza en portugal Por otra parte, Zapatero se mostró ayer convencido de que Portugal garantizará su estabilidad y su capacidad de financiación. Si el jueves manifestó personalmente su apoyo al dimitido primer ministro, José Sócrates, ayer lo hizo públicamente, al tiempo que recordaba que el Consejo Europeo había dejado claro su respaldo a Portugal para que garantice su estabilidad y su capacidad de financiación. "Estamos convencidos de que así va a ser", recalcó Zapatero.