LONDRES. La confederación sindical británica Trade Union Congress (TUC, siglas en inglés) ha organizado esta manifestación, que empezó antes del mediodía, de manera pacífica, en la zona de Embankment, sobre el río Támesis, y marchó hasta Hyde Park, y en la que han participado -según el TUC- unas 500.000 personas.

Un grupo minoritario se apartó de la manifestación y marchó por la céntrica calle Oxford Street, donde se enfrentó con agentes de Policía, pero sin que se produjeran graves incidentes.

Algunos de estos manifestantes forcejearon con las fuerzas del orden frente a un comercio, que estaba fuertemente protegido por agentes con equipos antidisturbios.

Varias personas arrojaron pintura contra dicha tienda de artículos de moda e intentaron sin éxito hacer lo mismo con otro comercio en Oxford Street.

Maestros, enfermeras, miembros del Servicio Nacional de Salud (NHS, siglas en inglés), trabajadores de ayuntamientos y otros empleados del sector público se han unido a estudiantes y jubilados en esta gran protesta contra las medidas de austeridad del Gobierno.

Los participantes procedían de distintos puntos del país, por lo que las fuerzas del orden han puesto en las calles de Londres a unos 4.500 agentes de policía para mantener el orden. En Hyde Park, el líder del Partido Laborista, Ed Miliband, criticó al Gobierno y dijo a la multitud que hay que luchar para preservar y proteger los servicios públicos.

"Sabemos lo que el Gobierno va a decir, que esta es la marcha de una minoría. Están equivocados. David Cameron (primer ministro británico): tu querías crear una gran sociedad, esta es la gran sociedad", subrayó Miliband en referencia a la protesta.

"La gran sociedad unida contra lo que tu Gobierno está haciendo a nuestro país. Estamos aquí hoy no como minoría, sino como la voz de la mayoría en este país", agregó. Por su parte, el secretario general del sindicato Unite, Len McCluskey, que agrupa a trabajadores del sector aéreo, dijo que los manifestantes son testigos de los servicios que están cerrando, como bibliotecas, piscinas y parques públicos.

La Administración de coalición formada por conservadores y liberaldemócratas insiste en que estas medidas son necesarias para atajar el enorme déficit público del Reino Unido. El TUC ha insistido en que se trata de una marcha pacífica, marcada por un ambiente "familiar".

El secretario general del TUC, Brendan Barber, dijo hoy muchos de los que se oponen a la manifestación de hoy argumentarán que los que salieron hoy a la calle en Londres eran una minoría.

"Los miles que vienen a Londres de todo el país están hablando a sus comunidades cuando piden por un plan B que salve servicios vitales, ponga a trabajar a los desempleados y afronte el déficit con crecimiento e impuestos justos", agregó Barber, en referencia al mensaje que esta marcha quiere hacer llegar al Gobierno.

Barber quería hacer saber a los presentes en Hyde Park que hay una alternativa a los "brutales" recortes del gasto público, ya que unos 170.000 empleados municipales pueden perder el trabajo.

La gente marchó con pancartas que pedían "no a los recortes", mientras podían verse bandas de música y personas bailando mientras los manifestantes caminaban desde Embankment a Hyde Park.