VITORIA. La integración de BBK, Kutxa y Vital dará lugar al quinto grupo de cajas de España por activos, con un volumen de en torno a 80.000 millones de euros, superado únicamente por Bankia, La Caixa, Banco Base y la unión de Unicaja, Caja España y Caja Duero anunciada esta semana.

BBK cuenta según el Banco de España con 48.739 millones de euros en activos, contando a Cajasur; Kutxa suma otros 21.095 millones; y los de Vital ascienden a 9.252 según fuentes consultadas. Así, el activo común sería de 79.086 millones de euros, justo por debajo de los 80.381 que suman Caja España-Duero y Unicaja, en un escenario que no deja de cambiar.

Las tres entidades vascas engloban cerca de 900 oficinas repartidas no solo por sus territorios históricos de influencia, sino por todo el estado. Caja Vital cuenta con 130 oficinas y 730 empleados; Kutxa dispone de 347 sucursales y 2.589 trabajadores; y BBK (sin incluir las de CajaSur) contaba a 31 de diciembre con 407 oficinas y 2.638 trabajadores, a los que había que sumar los de la entidad andaluza, adquirida el pasado 1 de enero.

Las cajas ahora fusionadas son un ejemplo de buena gestión atendiendo a sus resultados. De hecho, por separado son líderes en solvencia del Estado. Sin recurrir a ayudas públicas, las tres están entre las cinco primeras por core capital. Unicaja de Málaga es la primera con un 13,1%, aunque se ha fusionado esta misma semana con Caja España-Duero. Kutxa es la segunda en la lista virtual con un 12,5%; Caja Vital es la tercera, con un 12,1%; y BBK de Bilbao (con Cajasur), la cuarta, con un 10,3%. En cuanto a los niveles de morosidad, las cajas vascas cerraron el año 2010 con un tasa entre el 2,57% y el 3,88% cuando la media de sector español de cajas alcanza el 6,12%, casi el doble.

Bilbao Bizkaia Kutxa, que aprobó las cuentas de 2010 en la asamblea del pasado día 11, obtuvo un beneficio de 257,8 millones, un 10,7% menos que en 2009. Por su parte, el Caja Vital cerró el pasado ejercicio con un beneficio neto consolidado de 38,64 millones de euros, lo que supone una reducción de un 43,5%. La caja guipuzcoana por su parte, logró en 2010 un beneficio después de impuestos de 69,4 millones de euros, una cifra que representa una reducción del 32,7%

Reestructuración. La fusión de las cajas vascas se enmarca en un proceso de reestructuración que ha cambiado de forma palpable el sector a lo largo del último año. Esta misma semana se anunció el proceso iniciado entre Caja España-Duero (ya fusionadas) y Unicaja y es probable que haya más movimientos próximamente puesto que el tamaño y el músculo financiero son importantes en este nuevo contexto del sector. Y es que la entrada en vigor del Real Decreto-ley 2/2011 para el reforzamiento del sistema financiero del Estado ha abierto una nueva fase en este proceso de cambios ya constantes. Éste se centra ahora en la recapitalización de las entidades que lo necesiten.