Bruselas. Los ministros de Economía de la eurozona celebran hoy una reunión para acordar cómo se reforzará el fondo de rescate de 750.000 millones de euros para países con problemas de deuda y flexibilizar su uso. También tratarán el empeoramiento de la crisis política en Portugal, que podría provocar la caída del Gobierno de José Sócrates y precipitar un rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los líderes europeos acordaron el 11 de marzo reforzar la capacidad financiera del tramo intergubernamental del fondo para que llegue hasta 440.000 millones de euros. A día de hoy, solo puede prestar 250.000 millones. Si va más allá perdería la máxima calificación crediticia. Para llegar a los 440.000 millones, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, y la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, consideran que lo más razonable es incrementar las garantías que aporta cada país de la eurozona. Pero Alemania insiste en que los países que no tengan máxima calificación crediticia, como España, aporten también capital.

El fondo podrá comprar deuda pública pero solo en el mercado primario. Los países que se beneficien de estas operaciones deberán someterse a un plan de ajuste similar a los impuestos a Grecia e Irlanda.

De este modo, Alemania rechaza la pretensión de Bruselas y Lisboa de que el fondo se pueda usar de forma "preventiva" para aliviar la presión de los mercados sin necesidad de medidas adicionales.

Los cambios en el fondo de rescate deberán ser ratificados por los parlamentos de los Estados miembros, por lo que no serán operativos hasta el verano, dificultando que sirvan de ayuda inmediata para Portugal.

En cuanto al fondo permanente, que empezará a funcionar en junio de 2013, los líderes europeos acordaron que esté dotado con 500.000 millones de euros, más la aportación del FMI y de los países de fuera de la eurozona (capital desembolsado, capital contingente y garantías).

Pero todavía no se ha decidido la proporción de cada uno ni la contribución de cada país. Para Salgado, la "clave de distribución más correcta" sería la participación de cada país en el capital del Banco Central Europeo, que en el caso de España, corregida, se sitúa "en torno al 11%". Se discutirá también la petición de Irlanda de que se rebaje el tipo de interés que paga por su rescate.

En contraste, el Eurogrupo ya ha aprobado rebajar un punto a Grecia el interés de su rescate y alargar hasta siete años y medio el plazo para que devuelva los créditos.