vitoria. El desplome a gran escala de la construcción continúa ofreciendo cada día un parte de víctimas colaterales que no cesa. Y lo que es peor. No tiene pinta ni intención de hacerlo en muchos meses. Uno de esos damnificados en Álava es el sector de la madera, que en la actualidad agrupa a cerca de 180 empresas que emplean a unos 1.500 trabajadores. Lo que no hace mucho era un sector saneado, rentable y próspero, consolidado al calor del ladrillo, hoy es, simplemente, una mala caricatura de aquél tiempo. Porque el desplome de la construcción y la ausencia de promociones de vivienda libre y VPO han desatado una situación crítica entre las empresas del sector, que en 2010 protagonizó un balance "absolutamente negativo", destacó ayer en una nota SEA Madera y Mueble, que aglutina al 80% de las empresas madereras.
Diagnóstico crudo En un diagnóstico crudo pero real de la situación, su presidente, Francis Huidobro, marcó el "mantenimiento de la actividad" para este año como objetivo principal de las empresas y destacó tres retos ante la Asamblea anual con el fin de que éstas, dadas las actuales circunstancias, se "reinventen". Abogó primero por impulsar la Federación Empresarial de la Madera y el Mueble de Euskadi (Femabask) y se centró después en la necesidad de "reivindicar el uso" de la madera "porque es un recurso natural, reciclable y reutilizable, es decir, sostenible, que las empresas nos preocupamos de cuidar a través de la replantación forestal, que cada año crece al 5%", recordó. También propuso Huidobro la necesidad de impulsar la I+D con ejemplos como el de la obtención de un combustible fósil como el bio-oil a través del serrín y, sobre todo, el fomento de fórmulas de colaboración entre madereras para "vender fuera y ser más competitivos".
Nogaroa, Lar Kit y Gonher La celebración de la Asamblea anual también sirvió para homenajear la trayectoria empresarial de Evelio Nogales, de Muebles Nogaroa, Benjamín Revilla, de Lar Kit, y los hermanos González, José y Adrián, de Tapicería Gonher.