Madrid. Los socialistas no se aclaran. Hoy mismo el Congreso vota la convalidación del decreto para el reforzamiento del sistema financiero, y el PSE no alcanza un criterio unánime con respecto a la fusión de las cajas vascas, ni en sus propias filas, ni con el PSOE en Madrid. Ayer, se volvió a evidenciar la continua contradicción en la que vive sumida esta formación, que no acaba de ponerse de acuerdo para apostar o por la fusión total de BBK, Kutxa y Caja Vital, o por quedarse en la meliflua fusión fría entre BBK y la Vital. Por un lado, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reconocía en el Congreso de los Diputados que compartía la opinión del ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, que hace poco aseguraba ver razonable la fusión a tres de las cajas vascas. Al mismo tiempo, ayer, desde el PSE volvían a reiterar su defensa de la fórmula SIP entre BBK y Vital como "mejor medida para garantizar" su solvencia financiera y económica.

La falta de un criterio sólido de los socialistas sobre un tema tan delicado y trascendente como éste viene evidenciándose desde hace tiempo. Ayer, el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, presentó una enmienda a la totalidad a una proposición no de ley de Aralar. En su texto, los socialistas vascos apostaban por la fusión a dos, algo que choca frontalmente con lo que hace poco manifestó el propio lehendakari, Patxi López, que aseguraba que el Gobierno vasco y el PSE siempre han querido "una fusión bien hecha de las tres cajas vascas".

Ante las contradicciones dentro del seno de los socialistas vascos, queda concluir que éstas se deben a la presión de un PP vasco que ya ha abogado por una fusión fría entre BBK y Vital. De nuevo, los socios de gobierno de López, mueven los hilos en una cuestión clave, en este caso el futuro de las cajas. Y además lo hacen en un contexto económico global en el que urge reforzar las entidades financieras.

Discrepancias con Madrid La cuestión va más allá, y es que esta presión con el PP vasco, hace que el PSE haya entrado en discrepancia con su propio partido en Madrid. Si Ramón Jáuregui defendía la fusión de las tres cajas, la ministra de Economía, Elena Salgado, recomendó en varias ocasiones al Gobierno de López que aceptara la fusión plena de BBK, Kutxa y Caja Vital ya que se trataría de la postura más coherente con el contenido del decreto de la reforma del sistema financiero que se vota hoy en el Congreso.

Así que, mientras el Ejecutivo vasco se ha mostrado reticente a esta fórmula, tal y como los propios dirigentes del PSE han expresado en sus manifestaciones públicas, Madrid reclamaba a López que optara por la fusión a tres para evitar así la no adecuación a la realidad económica y social del resto de cajas y del Estado.

Zapatero no se implica La zozobra en la que están sumidos los socialistas sobre esta cuestión, ha llevado al PNV en el Congreso a trasladar el tema de la fusión de las cajas vascas a la sesión de control al Gobierno celebrada ayer en la Cámara baja. El portavoz del Grupo Vasco, Josu Erkoreka preguntaba al respecto al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

En su intervención, Erkoreka afirmó que "es comprensible la satisfacción del Gobierno", que en el texto del Real Decreto Ley sobre reforzamiento del sistema financiero que hoy se someterá a la convalidación, se congratula de "los grandes logros alcanzados" en el panorama de cajas de ahorro del Estado que "han pasado de 45 entidades individuales, a tan solo 17 entidades".

Josu Erkoreka afirmó estar de acuerdo con las declaraciones de Ramón Jáuregui en las que abogaba por la fusión de las tres cajas vascas, y le preguntó a José Luis Rodríguez Zapatero si él también compartía estas palabras del ministro de la Presidencia.

El presidente del Ejecutivo español respondió que "el Gobierno no debe, no puede hacer un mapa de fusiones, territorio a territorio o caja a caja" y añadió que esa labor corresponde a las propias cajas y al Banco de España. "En concreto, en lo que afecta al País Vasco, también, como es natural, a los órganos representativos en función de la normativa de cada una de las cajas", añadió.

No obstante, Zapatero no pudo más que reconocer que aprobaba el criterio de Jáuregui. Zapatero optó así por navegar a dos aguas y Erkoreka le pidió que hiciera "apostolado entre los suyos", refiríéndose al PSE. "Convénzales de que lo que es bueno en Madrid, en Sevilla o en Catalunya, es también bueno para las cajas vascas, porque, si ustedes no son coherentes con su legislación ¿cómo espera que los demás lo seamos?", le planteó.

Zapatero se limitó a dejar la pelota en el tejado de los jeltzales y evitó implicarse. "Le puedo aconsejar que dialoguen, que lleguen a acuerdos en el ámbito natural, porque, estaremos de acuerdo usted y yo en que no parece razonable que desde aquí impongamos nada a lo que es el ámbito de la CAV", zanjó.

Por otro lado, hoy El Banco de España desvela las necesidades de capital de algunas cajas de ahorros y bancos para contar con los nuevos requisitos de solvencia, recogidos en el decreto que previsiblemente se aprobará esta mañana. Todos los bancos tendrán que tener al menos un 8% de capital principal, que se eleva al 10% para la mayoría de las cajas por su dependencia de los mercados mayoristas y por no cotizar en bolsa o tener inversores privados.