Vitoria. 145.456. Es la cifra fatídica. El número de personas desempleadas contabilizadas en Euskadi por las estadísticas del Ministerio de Trabajo en febrero, con un incremento porcentual sobre enero superior incluso a la media española, ha acabado por elevar el nivel de alarma por los datos del paro en la CAV en un arranque de año singularmente negativo, teniendo en cuenta además la tendencia en positivo que parece adivinarse en la marcha de la actividad económica.

Con el empleo como declarada "obsesión", al Gobierno Vasco le tocó ayer recibir el emplazamiento unánime del Parlamento para diseñar un plan interinstitucional de empleo que se presente a la Cámara autonómica antes del verano y que tenga como principales objetivos los jóvenes, los desempleados de larga duración y las mujeres. Precisamente, colectivos algunos de ellos concernidos por la nueva línea de ayudas anunciada ayer por el Servicio Vasco de Empleo. La consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, presentó la activación por parte de Lanbide de un paquete de ayudas de 42 millones de euros para incentivar la contratación de desempleados.

Esta acción está destinada, al menos en un 20%, a perceptores de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y a desempleados que no perciban prestación contributiva por empleo. Otro 35% estará destinado a los jóvenes parados. En total, la previsión de Zabaleta es que este plan permita la contratación de unas 4.000 personas. En total, se verán beneficiados unos 800 perceptores de la RGI y sobre 1.400 parados de entre 18 y 30 años.

Estas ayudas las podrán solicitar las entidades locales o las dependientes de ellas, entidades sin ánimo de lucro, empresas de inserción y empresas ordinarias. Las actividades que se subvencionarán serán las que tengan un interés general y de utilidad social, entre ellas las nuevas tecnologías, las energías renovables, los servicios a la comunidad y el mantenimiento y recuperación de entorno rural y urbano. Las entidades podrán establecer libremente la duración de la contratación de personal, teniendo en cuenta que el periodo máximo que se subvencionará será de 6 meses a jornada completa de contratos laborales que se formalicen desde el 1 de febrero pasado hasta el 31 de diciembre próximo.

Con el programa de ayudas presentado ayer queda ejecutado en torno al 50% del importe destinado a políticas activas en 2011, cuyo presupuesto total asciende a 225 millones de euros. En el anterior Consejo de Administración de Lanbide ya se aprobó una partida de 70,5 millones de euros.

Pero el Gobierno Vasco tendrá que ampliar su línea de acción en esta materia o, cuando menos, sistematizarla en forma de plan interinstitucional. Porque ayer todos los grupos del Parlamento Vasco se pusieron de acuerdo para reclamar al Ejecutivo que presente este proyecto antes del verano, con especial atención a jóvenes, desempleados de larga duración y mujeres y detallando recursos económicos y dotaciones por programas y actuaciones. En dicho plan deberán participar además Eudel y las diputaciones y de él deberá dar cuenta el Gobierno de manera anual ante la Comisión de Políticas Sociales, Trabajo e Igualdad del Legislativo autonómico.

El Ejecutivo López recibió, pese al acuerdo parlamentario, duras críticas de los grupos de la oposición a su gestión en materia de empleo, desde el PNV a Aralar, pasando también por su socio, el PP.