WASHINGTON. En un informe sobre su comportamiento entre 2004 y 2007, los años anteriores a la crisis financiera y económica y en los que el español Rodrigo Rato fue su director, la OEI considera que, durante el periodo previo a la crisis, el mensaje bandera de la vigilancia del FMI se caracterizó por su "excesiva confianza en la solidez y la resistencia de las grandes instituciones financieras" y en la aprobación de las prácticas llevadas a cabo en los principales centros financieros.
En su opinión, la institución, que fue dirigida por el español Rodrigo Rato entre 2004 y 2007, restó importancia a los riesgos relacionados con el 'boom' inmobiliario y a las innovaciones financieras, así como a la necesidad de una mayor regulación para hacer frente a estos riesgos.
Asimismo, señala que la capacidad del FMI para identificar los crecientes riesgos se vio obstaculizada por una serie de factores como "un elevado grado de pensamiento de grupo, una captura intelectual y un pensamiento generalizado de que una gran crisis financiera en las economías avanzadas era improbable". "Una gobernanza interna débil y una cultura institucional que desalienta visiones contrarias también jugaron un papel importante", añade.
"CAMBIOS ADICIONALES"
El director de la OIE, Moises Schwartz, destaca que el FMI ya ha tomado algunas medidas para mejorar la vigilancia, pero añade que, sin embargo, son necesarios "cambios adicionales" para reformar la cultura, la gobernanza y las prácticas del FMI para que esté mejor preparado de cara a enfrentarse a futuros desafíos.
En este sentido, defiende que, aunque el informe se centra en el sector financiero, la mayoría de las recomendaciones están relacionadas con cambios institucionales que mejorarán la capacidad de la institución de detectar riesgos y vulnerabilidades que podrían ser causa de futuras crisis.
"El FMI debe aclarar los papeles y las responsabilidades del consejo ejecutivo, la gerencia y los altos funcionarios, establecer un marco claro de rendición de cuentas, así como cultiva una cultura que sea proactiva en la prevención de crisis" reclama Schwartz.
Asimismo, también ve necesario modificar las estructuras institucionales e incentivos de cara una mejorar evaluación de los riesgos, la colaboración interna, la franqueza y la claridad en los mensajes y la capacidad de "decir la verdad al poder".
EL FMI RESPALDA LAS RECOMENDACIONES
Desde el FMI, han respaldado "ampliamente" las recomendaciones de la oficina de evaluación, y su director gerente, Dominique Strauss-Kahn, ha agradecido a la OIE las "ideas constructivas que propone". Además hace hincapié en que hay espacio para nuevos avances y que la revisión trienal de la vigilancia que tendrá lugar en septiembre considerará medidas adicionales.
En un comunicado, recuerda que el Fondo reconoció con anterioridad que no había avisado de la crisis "con suficiente antelación" y de manera efectiva y clara. Además señala que el informe es coherente con el propio análisis de la institución y que las reformas iniciadas recientemente se dirigen directamente en la línea que marcan estas recomendaciones.
La Oficina de Evaluación Independiente (OEI) se creó en el año 2001 con el objetivo de que llevara a cabo evaluaciones independientes y objetivas de las políticas y actividades del FMI, con plena autonomía frente a la Gerencia del FMI. El objetivo de esta evaluación es mejorar la efectividad de la vigilancia del FMI a la hora de avisar a sus miembros de los riesgos y las debilidades emergentes en la economía global.