Madrid. La reforma de las pensiones que el Gobierno ha logrado pactar con los sindicatos un día antes de aprobar el anteproyecto de ley en el Consejo de Ministros "va en la buena dirección", aunque deja muchos flecos pendientes y es insuficiente, según los expertos.
Para el director ejecutivo de Fedea, Pablo Vázquez, las reformas propuestas son "positivas" y van en la "dirección correcta". No obstante, Vázquez echa de menos algún elemento que permita ajustar el sistema cada cierto tiempo en función de la evolución económica y demográfica sin necesidad de buscar "pactos agónicos", tal y como ocurre en otros países caso de Suecia.
En este sentido, Vázquez considera que la reforma proporciona cierta "tranquilidad" al sistema y le da "vida", aunque se "queda un poquito corta" porque no soluciona el problema demográfico de forma "definitiva", únicamente lo aplaza. "No es la última reforma de pensiones", señala Vázquez, para quien pueden volver a surgir serias dificultades en los próximos 20 ó 30 años.
En esta misma línea se manifestó el director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo, quien asegura que el concepto de las medidas es "correcto" dada la deuda acumulada de la Seguridad Social y la crisis.
"Están en la línea correcta y bien orientadas", señaló Izquierdo, tras recordar que, además, tienen cierto consenso social. "Van a contribuir a mejorar el equilibrio financiero", añadió el economista quien, sin embargo, ha lamentado que no se haya elevado el límite legal de jubilación a los 70 años.
Asimismo, el abogado de CMS Albiñana & Suárez de Lezo Alfredo Aspra aseguró que las medidas "van en la buena dirección y tienen todo el sentido" porque los ciudadanos se incorporan más tarde al mercado de trabajo, aunque cree que quedan "muchos flecos pendientes". "Son medidas acertadas porque tienden a que el sistema sea más justo", señaló.
Desde Inversis, el director de gestión, Fernando Hernández, cree que la reforma es interesante por lo que supone en términos de recorte de gasto para el Estado y de estabilidad presupuestaria, aunque no tendrá un efecto directo en los mercados financieros, porque éstos ya habían asumido la intención del Gobierno de modificar el sistema de pensiones con o sin acuerdo.
Además, Hernández cree que el pacto suscrito entre el Gobierno y los agentes sociales es un tema "más de corte social" que puede evitar la convocatoria de una huelga general, pero que no afecta a unos mercados que están más atentos a la evolución de las emisiones de deuda.
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, señaló ayer que se sumarán a "la fiesta del pacto" de las pensiones, si el Gobierno respeta el acuerdo con Trabajo que equipará las prestaciones y derechos de los autónomos con los trabajadores asalariados.