MADRID. El déficit del Estado se situó en el 5,1% del PIB en 2010, ocho décimas menos que la previsión del 5,9% que hizo el Gobierno, y alcanzó una cifra global de 53.444 millones de euros, 45.000 millones menos que en 2009, lo que se traduce en una rebaja de 4,2 puntos en la evolución anual (del 9,3% en 2009 al 5,1% en 2010). Así lo avanzó ayer la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, quien aseguró que, gracias a la austeridad en el gasto y el aumento de ingresos (sobretodo por la subida del IVA), "el Gobierno cumplirá con un margen más que suficiente y con holgura el objetivo de déficit público del conjunto de las administraciones". Es decir, se cumplirá con el examen impuesto Bruselas: dejar en el 9,3% del PIB (o menos), el conjunto de las pérdidas (Estado, comunidades autónomas, ayuntamientos y Seguridad Social).

Salgado espera que el déficit de todas las administraciones no supere el 9,2% a cierre del 2010, aunque este dato no se conocerá hasta el próximo mes. No obstante la ministra se mostró optimista ya que estimó que "el menor saldo negativo del Estado cubrirá potenciales desviaciones en alguna otra administración al contar con una holgura de unos 8.000 millones de euros". Según explicó, este colchón se destinará, en primer lugar, a cubrir el desequilibrio del 0,28% del PIB en las cuentas del Servicio Público de Empleo Estatal, contabilizado en el presupuesto de la Seguridad Social

explicación Las claves para este éxito han sido, según Salgado, la contención del gasto y a la mejora de los ingresos casi por partes iguales.

En el capítulo de gastos, el Estado invirtió en 2010 un total de 175.513 millones de euros, es decir, un 2,1% menos de lo que había previsto en un principio (180.215 millones). Según explicó el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, la administración central gastó "de acuerdo con lo previsto, aunque ha habido ajustes considerables en la partida de gastos corrientes, que ha caído un 10%, o en las inversiones".

En cuanto a los ingresos, las arcas estatales recibieron un total de 127.338 millones, es decir, un 5% más de lo previsto. Ocaña explicó que esta evolución positiva se debe, sobre todo, al comportamiento de los ingresos impositivos (impuestos) que, en términos globales, antes de la cesión a las entidades territoriales, crecieron un 10,9% frente al 8,1% previsto inicialmente. En concreto, la recaudación por IVA creció más de un 46%, tanto por las menores devoluciones como por el aumento del impuesto a partir del 1 de julio.

De cara al futuro, Salgado avanzó que las previsiones en materia de ingresos se seguirán cumpliendo en 2011 como lo han hecho en 2010, por lo que se puede estar "razonablemente tranquilo" en este sentido.