Doha. El turismo vasco interesa a Oriente Medio. Más, incluso, que a China, cuyas clases medias no disponen del potencial que exige un desplazamiento de alto poder adquisitivo hasta el País Vasco. En los Emiratos Árabes Unidos y Qatar, en cambio, parece que sí. Su abrumador poderío económico podría convertir a los clientes árabes en un filón para las empresas del sector.

Ahora bien, esta realidad, aún en fase embrionaria, también tiene su cara de la moneda. "No van a discutir un ápice por el dinero, pero sí que van a esperar que estés a la altura, y sus expectativas son máximas", advirtió ayer Isabel Muela, directora de Turismo del Gobierno vasco, que estos días ha cerrado la visita de cinco touroperadores para conocer Basque Country.

El objetivo, recalca Muela, es ofertar paquetes turísticos a la carta para cada uno de los emiratos. Abu Dhabi, por ejemplo, se centrará en el turismo de negocios; Dubai lo hará en el ocio y el deporte; y Qatar apostará por las estancias largas.

Tres de estas mayoristas llegarán a Euskadi el mes que viene y el resto lo hará más adelante. Lejos del efecto Marbella, el cliente árabe que encajaría en las calles de Euskadi buscaría dos cosas fundamentalmente: naturaleza y buen tiempo. Más allá de eso sugeriría también máxima discreción, elitismo y, en ocasiones, la posibilidad de privatizar algunos hoteles de lujo, balnearios o restaurantes. Como reclamos alaveses, según reveló ayer Muela, habrían mostrado interés en los EAU el spa del hotel Villa Lucía, en Laguardia, o la presencia del laboratorio médico y estético del estomatólogo vitoriano Eduardo Anitua, una suerte de turismo médico que también habría despertado el interés emiratí.