madrid. El Producto Interior Bruto (PIB) de China creció el 10,3% en 2010, por encima de previsiones del 9,2% y pese al deseo gubernamental de enfriar la economía, con el Índice de Precios al Consumo (IPC) situado en el 3,3%, el 0,3% más que el objetivo marcado. Estos datos sitúan al gigante asiático ya oficialmente y tras el reconocimiento expreso de Japón, como la segunda economía del mundo por detrás de la de EEUU.

El valor nominal del PIB de China alcanzó los 6,05 billones de dólares en 2010, informó el director de la Oficina Nacional de Estadísticas, Ma Jiantang.

Según afirmaron ayer los analistas independientes, las medidas de control puestas en marcha para evitar el sobrecalentamiento económico no dieron todo el resultado esperado, pues a medida que avanzaba el año se disparaba el crecimiento hasta llegar al último trimestre de 2010 con el 9,8% de aumento y por encima del 9,6% del tercer trimestre. Las mismas fuentes destacaron que el fuerte incremento de las exportaciones chinas en la última parte de 2010 fue decisivo para el aumento del porcentaje del PIB.

Según la Administración General de Aduanas (AGA), las exportaciones chinas en 2010 crecieron el 31,3% y se situaron en 1,58 billones de dólares. También aumentaron las importaciones chinas en el 38,7% para situarse en 1,39 billones de dólares en 2010, lo que elevó los ingresos aduaneros de China a 189.900 millones de dólares, incremento anual del 35,9%.

El director de la AGA, Sheng Guangzu, destacó la influencia del comercio en la recuperación económica. El crecimiento económico del 10,3% en China en 2010 representó un aumento del 1,1% respecto al de 2009 (9,2%) y fue ligeramente superior a las predicciones mayoritarias de los economistas, que lo situaban en el 10,1%.