Bilbao. Iberdrola se ha reafirmado en su decisión de rechazar la presencia de un representante de ACS en su consejo de administración y ha recalcado que supondría un "riesgo obvio" de "fuga de información". Ésa es la postura que mantuvieron ayer la representación legal y los peritos aportados por la eléctrica vasca en la última sesión del juicio que se ha visto en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao, que tiene que decidir sobre la impugnación por parte de ACS del acuerdo de la última Junta General de Accionistas de Iberdrola que negó, por un supuesto conflicto de intereses, la entrada de un representante de la constructora en el consejo de la eléctrica vasca.
ACS, que controlaba entonces el 12% de la compañía, ha superado ya el 20% y se ha convertido en su primer accionista, por encima de Bancaja y la BBK. El juicio se cerró con la presentación de las conclusiones por los abogados de ambas partes, en las que reiteraron los argumentos que han sostenido desde el principio. Así, la representación legal de Iberdrola aseguró que ambas compañías mantienen una competencia "estructural y permanente", en áreas como las energías renovables y los proyectos de ingeniería "llave en mano" para instalaciones energéticas. Los abogados de ACS negaron que exista una competencia significativa entre ambas, recalcaron que la firma ha anunciado su intención de vender sus activos en las energías renovables e insistieron en que su participación en proyectos de ingeniería se debe a su vocación de constructora, no a su interés por explotar las instalaciones.
Los representantes legales de ACS, José Antonio Cainzos y Javier García de Enterría, defendieron el "derecho" de la constructora, "el principal accionista de Iberdrola, el 20% de las acciones, más de las que suma todo el consejo", a tener un representante en él. Sin embargo, los abogados de Iberdrola, Arantza Estefanía y Jesús Remón, sostuvieron que el acuerdo de la compañía de rechazar la presencia de un consejero de ACS "no fue una decisión arbitraria y caprichosa", sino el "cumplimiento de un deber" en defensa de los intereses de la mayoría de los accionistas ante un competidor.
también el coche eléctrico En la sesión de ayer Iberdrola añadió que la competencia entre ambas firmas, además de en renovables e ingeniería, se da también en campos como el desarrollo del coche eléctrico. "Difícilmente -replicó- se puede hablar de competencia cuando no existe el mercado ni se sabe si lo habrá en el futuro".
La representación de ACS recordó que la principal inversión de la compañía es la propia Iberdrola, en la que ha tomado en los últimos años 6.500 millones de euros, y recalcó que su "legítima vocación" es incrementar el valor de sus inversiones, por lo que "sería del género tonto" tratar de ir en contra de los intereses de esta compañía. Iberdrola calificó de "demagógico" este argumento y aseguró que el propósito de ACS es "chupar beneficio y valor". Tampoco dio valor al anuncio de ACS de poner en venta sus activos en energías renovables ya que "la energía sigue siendo un sector estratégico para la compañía e incluso después del anuncio se han hecho nuevas inversiones en este sector".