barcelona. La cúpula de Nissan en Japón hizo ayer pública su decisión de asignar a la fábrica que la compañía tiene en Barcelona la producción europea de la nueva furgoneta pick-up, con lo que asegura la viabilidad de la planta al menos una década, ya que se prevé una inversión de 80 millones de euros y la producción de unas 60.000 unidades anuales a partir de 2014. La firma nipona hizo el esperado anuncio después de que la plantilla de Barcelona haya accedido a aplicar más medidas de flexibilidad y contención salarial en el convenio colectivo para hacerse con la producción del vehículo.
La automovilística descartó destinar el nuevo modelo a Barcelona en diciembre, cuando sí se adjudicó a las factorías de Tailandia, México y Sudáfrica, alegando que la fábrica catalana presentaba una oferta poco competitiva, ya que los sindicatos no aceptaron en un primer momento aplicar las medidas de ajuste que exigía. Ahora a cambio de conseguir este encargo, los 3.288 empleados de Nissan aceptan una contención salarial para los años 2012, 2013 y 2014 que se traduce en la congelación para 2012, una subida del 0,5% en 2013 y una del 1,5% en 2014.