El Tribunal Supremo ha decidido condenar al actual consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, a ocho meses de prisión y a una pena de inhabilitación por la presentación de una querella falsa contra unos deudores de Banesto, entidad que presidió tras ser intervenida en 1993. Sáenz podrá seguir ocupando su puesto hasta que el Tribunal Constitucional, a quien recurrirá el banco, resuelva.