Los trabajadores de las fábricas de BMW en Leipzig y de Volkswagen en Wolfsburgo decidieron recortar al mínimo sus vacaciones de Navidad ante una avalancha de pedidos procedente de China.

Este sacrificio a favor de la producción es uno de los motivos que explican la recuperación económica de Alemania, que experimentó el mayor repunte de su Producto Interior Bruto (PIB) en dos décadas y dobló el crecimiento medio de la UE durante el pasado ejercicio.

Alemania lideró en 2010 el crecimiento de los países industrializados al incrementar su PIB en un 3,6%. También el espectacular crecimiento de las exportaciones y el suave despertar de la demanda interna favorecieron este desarrollo positivo.

El economista jefe del Instituto Laboral de Nuremberg, Joachin Möller, resume los "tres factores que explican el milagro alemán: el aumento de la competitividad a través de la moderación salarial en toda la década, reforzado por la estabilidad del euro; la tradicional fuerza de la industria alemana, cada vez más asentada en el mundo emergente, y el hecho de que no hubiera burbujas, aunque algunos bancos hicieran locuras".

La Oficina Federal de Estadística (Destatis) avanzó su primer pronóstico oficial sobre los datos macroeconómicos del pasado ejercicio. "Este ha sido el mayor incremento del PIB desde la reunificación (del país en 1991). Los datos muestran que la gente puede con razón mirar al futuro con optimismo", asegura el ministro de Economía, Rainer Brüderle.

Por su parte, el presidente de Destatis, Roderich Egeler, destaca que la economía alemana se recuperó "notablemente bien y rápido de los efectos de la crisis económica".

40,5 millones de trabajadores

Hacia el pleno empleo

La positiva evolución económica conllevó asimismo una fuerte creación de empleo: Alemania alcanzó los 40,5 millones de personas con empleo, 212.000 trabajadores o un 0,5% más que en 2009, lo que supone un nuevo máximo histórico. "Nuestro país se encamina hacia el pleno empleo", apostilla Brüderle.

En este sentido, el gigante germano consiguió que su tasa de paro se situara en el 7,2% gracias a la respuesta flexible en las empresas por el apoyo público a los recortes de jornada para salvar el empleos.

Sin embargo, este fue el primer incremento de parados tras 17 meses consecutivos de bajada. La cifra de desempleados en Alemania registró en diciembre un incremento de 85.000 personas, que elevó el número de parados en el país por encima de los tres millones de personas, según los datos publicados por la Agencia Federal de Empleo de Alemania.

El ministro de Economía considera que el descenso del desempleo, y el aumento de los ingresos brutos del país (4%) y de la renta disponible (2,6%), sientan las bases de una demanda interna robusta que cimiente un crecimiento económico sostenible a largo plazo.

El dato alemán está tres puntos por debajo de la tasa de paro en la UE (10,1%) y es menos de la mitad del español (20,6%), según datos corregidos estacionalmente por la oficina comunitaria de estadística.

En noviembre había en la UE 23,24 millones de parados, de los que 15,92 millones pertenecían a la zona euro, lo que supone un descenso mensual de 39.000 desempleados, 35.000 de ellos en los países de la moneda única, aunque las bajadas no repercutieron en la tasa general.

Las cifras de Destatis están dentro de la horquilla de estimaciones previstas por el Gobierno federal y por los principales centros de estudios económicos alemanes, y suponen un salto considerable frente al retroceso del 4,7% del PIB en 2009.

motor de crecimiento

Sólo China exporta más

El sector exterior volvió a ser en 2010 "uno de los más importantes motores del crecimiento" de la primera economía europea, según Destatis, como había sido habitual en Alemania -el segundo mayor exportador del mundo tras China- hasta la irrupción de la crisis global.

En concreto, el año pasado las exportaciones germanas aumentaron un 14,2%, y las importaciones se incrementaron en un 13%, con lo que el sector exterior aportó 1,1 puntos porcentuales al PIB.

No obstante, el Ejecutivo federal considera "reseñable" el incremento de la demanda interna, que simboliza la recuperación de la economía nacional y desdeña la críticas internacionales sobre la potenciación del sector exterior a costa de la recuperación de otros países.

Así, las inversiones en bienes de equipo -las que hacen las empresas para aumentar su capacidad productiva- aumentaron en un 9,4%, las inversiones en infraestructuras se incrementaron un 2,8%, el gasto público repuntó un 2,2% y el consumo de las familias, un 0,5%.

En los últimos meses de 2010, no obstante, el crecimiento económico se ralentizó ligeramente y se situó en el 0,5% con respecto al trimestre anterior, debido a la llegada anticipada de un duro invierno.

Por su parte, el déficit público se situó el año pasado en los 88.570 millones de euros, o el equivalente al 3,5% del PIB nacional, con lo que supera el límite del 3% fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la UE, pero que rebaja las anteriores previsiones del Gobierno.

El Ejecutivo prevé que el déficit público baje en este ejercicio de esa cifra gracias al programa de austeridad aprobado el año pasado por la coalición gobernante.

Aunque los cálculos oficiales prevén que la economía germana no va a recuperar hasta finales de 2011 los niveles anteriores a la crisis, el milagro alemán será el espejo en el que se miren el resto de países de Europa: un modelo sólido para superar las dificultades económicas.