madrid. El Gobierno y los agentes sociales quieren que los grupos políticos se unan a la negociación que mantienen desde el viernes pasado en aras de alcanzar un pacto global en distintas materias sociolaborales más allá de la reforma de las pensiones. Tras la primera reunión oficial de ámbito tripartito (Gobierno, patronal y sindicatos) que se celebró ayer, todas las partes pusieron de manifiesto su voluntad de conseguir el entendimiento a pesar de las dificultades de la negociación. En principio, el debate y la estrategia, así como las últimas concesiones del Gobierno para suavizar la reforma laboral, indican que lo que se busca es un gran pacto de Estado que garantice la paz social que exigen los mercados. Ese acuerdo abarcaría dos ámbitos fundamentales: reforma de las pensiones y negociación colectiva.

Fuentes conocedoras del encuentro de ayer señalaron que "todavía persisten las discrepancias pero que, pese a las diferencias, en la reunión hubo buen ambiente porque todos desean llegar a un acuerdo, conscientes de que las tres partes tendrán que ceder".

Los analistas interpretan como una buena señal que el hecho de que todas las partes quieran continuar negociando.

estreno A la cita de ayer asistió por primera vez el nuevo presidente de la CEOE, Joan Rosell, ya que hasta ahora sólo se habían reunido el ministro de Trabajo e Inmigración Valeriano Gómez, y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez. Además, se incorporó el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien decidió participar para aportar una valoración más amplia sobre todos los temas que se tratan en la mesa de negociación, ya que la idea, según explicó, es extender el diálogo a todos los grupos políticos. De hecho, el Ejecutivo ya ha comenzado a hablar con los partidos, según Rubalcaba, quien expresó ayer que un consenso amplio daría más confianza a la economía española. Además de la reforma de las pensiones, los interlocutores han abordado cuestiones relativas a la reforma laboral, las políticas activas de empleo y la negociación colectiva.

Sobre esta última cuestión, todas las partes acordaron que se negocie en el ámbito bilateral, es decir, entre patronal y sindicatos, aunque informarán al Gobierno de eventuales progresos y se mantiene como fecha límite para el acuerdo el 20 de marzo, fecha a partir de la cual el Ejecutivo decidirá unilateralmente.

En materia de reforma laboral, precisamente el jueves se conoció el borrador del reglamento que desarrolla dicha reforma, que aunque no cambia la ley, sí introduce alguna modificación. La más relevante es que las pérdidas previstas en las cuentas de las empresas que tengan un carácter "meramente coyuntural" no podrán servir a los empresarios para justificar despidos objetivos, que son los que se indemnizan con 20 días por año trabajado con un máximo de doce mensualidades.

Tras finalizar el encuentro de ayer, las partes emitieron un comunicado conjunto manifestando su voluntad de continuar e intensificar las conversaciones aunque eludieron dar más detalles.

El lunes, previsiblemente, dada la premura de la situación ya que el Gobierno aprobará la reforma de las pensiones el día 28, volverá a celebrarse otra reunión, aunque, como ha venido ocurriendo en los últimos días, no ha trascendido el lugar de la cita.