bruselas. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió ayer a los líderes europeos que en su próxima cumbre, prevista para el 4 de febrero, aprueben incrementar la dotación y flexibilizar el uso del fondo de rescate de 750.000 millones de euros que se creó el pasado mes de mayo para asistir a los países con problemas para financiar su deuda. No obstante, Durao Barroso aseguró que este aumento no significa que vaya a ser necesario utilizar el fondo para asistir a Portugal o a España. "Creemos que la capacidad de financiación del fondo debe reforzarse y que su ámbito de actuación debe ampliarse", dijo al tiempo que se declaraba convencido de que "el consenso es posible" pese a la resistencia de Alemania y Francia. El presidente de la CE recordó que los Veintisiete se comprometieron en diciembre a garantizar la disponibilidad del apoyo financiero que fuera necesario.

"Tiene sentido reforzar el mecanismo actual porque todavía estamos viviendo momentos de inestabilidad en los mercados", justificó Barroso. A su juicio, la ampliación del fondo de rescate "daría garantías a los mercados de que la estabilidad de la eurozona no está en cuestión y de que el euro sigue siendo una moneda estable y fuerte". "Con esto no queremos dar a entender de ninguna manera que lo utilizaremos para el país A o para el país B", resaltó el presidente de la Comisión. "Es una medida de precaución que tiene sentido en la medida en que tenemos una moneda común con diferentes posiciones fiscales y presupuestarias", explicó.

Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, defendió que "Necesitamos revisar todas las opciones sobre el tamaño y el ámbito de actuación de todos nuestros fondos de asistencia financiera, no sólo del actual, sino también del mecanismo europeo permanente de estabilidad", que estará en vigor desde mediados de 2013. "Es mejor prevenir que lamentar y garantizar que tenemos suficientes instrumentos de garantía incluso para los peores necesarios posibles", justificó Rehn.