BERLÍN. La fortaleza de las exportaciones y el notable repunte de la demanda interna son los principales responsables del fuerte crecimiento de la mayor economía europea, que lidera los avances de las naciones industrialiadas tras la crisis.
Tanto el Gobierno federal como los principales centros de estudios económicos ya habían pronosticado que Alemania iba a crecer en 2010 entre el 3,5 y el 3,7 %, un salto considerable frente al retroceso del 4,7 % de 2009.