Bilbao. El Consejo de Gobierno aprobó ayer los estatutos de Lanbide, el futuro Servicio Vasco de Empleo, para su entrada en funcionamiento el 3 de enero, un trámite tasado ya que la propia consejera Zabaleta había presentado en rueda de prensa el articulado del nuevo ente público de derecho privado.

Conocidas las líneas maestras, una de las varias incógnitas que aún no se ha despejado es la propia composición de su Consejo de Administración, que según el compromiso adquirido por los participantes en la Mesa de Diálogo Social (Gobierno, Confebask, CCOO y UGT), tiene que tener un carácter tripartito, paritario y decisorio, con presencia de cinco representantes el Ejecutivo de Lakua, cinco de la Confederación Empresarial Vasca (Confebask) y cinco en representación de los sindicatos. Este último componente, el sindical, es objeto de discordia, ya que desde la mayoría sindical abertzale (ELA y LAB, centrales a las que les corresponde por representación dos y una silla respectivamente), que no toma parte en la precitada mesa, se aseguró a DNA que no han recibido ninguna comunicación ni ninguna información respecto a Lanbide. "Sabemos lo que han publicado los medios y por esa vía no nos podemos dar por enterados. El Gobierno vasco sólo habla con la minoría", enfatizaron.

Tal es así que a día de hoy no se sabe si CCOO y UGT ocuparán los puestos de ELA y LAB, como ha sucedido en otros organismos sociolaborales. Todo indica que será así.

En todo caso, Lanbide será el encargado de ejercer la mayor parte de las funciones planificadoras, diseñadoras, ejecutoras, de control, evaluadoras o prescriptoras en relación con las políticas activas de empleo, si bien el departamento de Empleo y Asuntos Sociales acometerá la planificación estratégica y las directrices de la política de empleo.

Las oficinas centrales del nuevo ente público de derecho privado estarán radicadas en Vitoria.