Bruselas. Aunque el objetivo principal de la reunión de ayer en Bruselas era ultimar el plan de rescate para Irlanda, los ministros de Economía y Finanzas de la UE abordaron también una fórmula para afrontar la crítica situación de la zona euro más allá del caso irlandés. Así, presionados por las dos principales economías de la UE, Alemania y Francia, los ministros de Economía de la eurozona llegaron a un acuerdo para crear un fondo de rescate permanente para después de 2013 que contemplará la participación de los bancos privados "caso por caso" y no de forma automática cuando haya que asistir financieramente a algún país.
Con esta "respuesta sistémica" a la crisis de deuda que vive la eurozona, los responsables europeos pretenden frenar el contagio de los problemas de Irlanda a España y Portugal. La propuesta aprobada ayer, facilitada por un acuerdo franco-alemán al respecto, supone una suavización de las exigencias alemanas en este sentido, que deseaba que la contribución de los inversores al coste de los futuros rescates -aceptando una rebaja del capital invertido en deuda pública- fuera más automática.
Precisamente, las presiones alemanas para que el sector privado soporte parte del coste de los rescates a partir de 2014, cuando caduca el fondo temporal aprobado tras la crisis griega, están en el origen de la actual espiral de venta de deuda soberana de países como Irlanda, Portugal o España. París y Berlín negocian desde hace semanas los detalles del mecanismo permanente de resolución de crisis, que ha sido ultimado en las horas previas a la reunión de ministros entre los dirigentes de las instituciones europeas, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy.
Estas conversaciones siguen a las llamadas que Sarkozy efectuó el sábado a los principales líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pero también el portugués, José Sócrates; o el italiano, Silvio Berlusconi.
Los líderes europeos acordaron a finales de octubre que el debate sobre el futuro fondo de rescate se cerraría en la cumbre que se celebrará los días 16 y 17 de diciembre. Sin embargo, el nerviosismo de los mercados ha acelerado las negociaciones y los Veintisiete esperan ahora que la aclaración sobre que la participación del sector privado se hará "caso por caso" devuelva la estabilidad. El presidente de turno del Consejo de Economía y Finanzas de la UE, el ministro belga Didier Reynders, explicó ayer al comienzo de la reunión que, de lo que se trata, es de "tomar todas las medidas que prueben que en el futuro somos capaces de resistir cuando haya turbulencias".
mecanismo útil El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, consideró ayer "muy útiles" las aclaraciones que los ministros de Finanzas acordaron en lo que respecta a la futura contribución de los inversores privados a los eventuales rescates de estados de la Eurozona. "Un número de observadores y comentaristas decían que era muy necesaria una completa clarificación de la doctrina que se aplicará en Europa", comentó Trichet en una rueda de prensa tras las reunión extraordinaria del Eurogrupo y el Ecofin.
Según Trichet, está claro, tras las decisiones de ayer, que la UE aplicará la misma doctrina del FMI a la hora de evaluar la sostenibilidad de la deuda de un estado y la necesidad o no de trasladar una parte de la carga a los inversores tenedores de deuda pública.