Madrid. El nerviosismo de los mercados persiste pese al drástico recorte del gasto público anunciado por Irlanda, lo que elevó la prima de riesgo de la deuda española hasta un nuevo récord desde la creación del euro y volvió a lastrar la bolsa, que cerró con una caída del 0,21%. La prima de riesgo de los bonos españoles a 10 años frente a sus homólogos alemanes pulverizó su récord desde la creación del euro en 1998, al superar los 250 puntos básicos por primera vez, si bien terminó la sesión por debajo de ese nivel, en 245 puntos.
La rentabilidad de los títulos españoles subió diez centésimas al cierre del mercado secundario, con lo que se situó en el 5,162%, un nivel desconocido desde julio de 2003, según datos de Bloomberg recogidos por Efe.
Por su parte, la deuda alemana a 10 años registraba al cierre del mercado español un rendimiento del 2,709%, que era prácticamente el mismo que en la jornada anterior, después de haber estado la mayor parte del día a la baja, lo que facilitó que la prima o diferencial pulverizara sus récords.
En concreto, la prima de riesgo tocó los 250,3 puntos a las 15.49 hora española peninsular, después de que, tras unas primeras horas de tranquilidad, el mercado volviera a la carga.
Entre las noticias que siguieron apoyando la desconfianza de los inversores destacó el anuncio de que las autoridades de la Unión Europea tienen previsto repetir, a principios del año próximo, los test de resistencia de la banca, después de que los realizados a la banca irlandesa no mostraran los verdaderos problemas que tenía.
El analista de CM Capital Markets Julián Benavente señaló que los inversores están penalizando "la falta de rapidez o flexibilidad por parte del Banco Central Europeo" en tomar nuevas medidas, aunque recordó que los movimientos de la prima se siguen produciendo en un contexto de "volatilidad elevada".
Otros expertos consultados han precisado que los mensajes de tranquilidad de las autoridades europeas, como el mantenimiento del importe del fondo de rescate europeo, y nacionales no han conseguido frenar los ataques al mercado de deuda.
Además, añadieron que a la situación general se ha sumado que ha circulado por el mercado la posibilidad de que le rebajen la calidad crediticia a Italia, que ayer colocó deuda por importe de 10.500 millones de euros. En cuanto a la evolución de la deuda de otros países, el rendimiento de la deuda irlandesa subía al cierre del mercado español dos décimas, el 9,078%, mientras que el interés de los bonos italianos crecía cinco centésmas, hasta el 4,39%.
Los títulos de diez años de Portugal, al día siguiente de la huelga general, lograron salvar la sesión con el descenso de una centésima en su interés, que se colocó en el 6,98%, mientras que el de los griegos se situó en el 11,929%, también con una leve bajada de una centésima.
En la categoría de declaraciones susceptibles de calmar a los mercados pueden encuadrarse las realizadas por el presidente del Bundesbank, Axel Weber, favorito para suceder a Jean-Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE), quien se ha mostrado convencido de que el mecanismo de rescate constituido por la UE y el FMI aumentará su dotación si es necesario.
En los últimos días, los analistas han señalado que los fondos constitidos son suficientes para rescatar a economías pequeñas como las de Grecia, Irlanda o Portugal, pero no a las de España o Italia.
Los dirigentes europeos han repetido también que trabajan para crear un mecanismo de respuesta que permita afrontar cualquier crisis futura y blindar al euro, lo que se puede considerar positivo; pero Alemania y Francia insisten en que el sector privado deberá arrimar el hombro en caso de rescate, un planteamiento que, según los analistas, pone de los nervios a los inversores.