Madrid. La prima de riesgo o desconfianza de los mercados a invertir en España se mantuvo ayer en máximos desde la creación del euro y el interés del bono español a 10 años superó el 5%, nivel que no alcanzaba desde julio de 2002 y que obliga al Tesoro a asumir un mayor coste en emisiones futuras.

El temor al contagio de la crisis de Irlanda a otros países hizo que un día más los inversores optaran por desprenderse de deuda europea, aunque tras la apertura de Wall Street se decantaron por comprar acciones en el Viejo Continente, lo que permitió el cierre al alza en los principales parqués.

Gracias a ese tirón, al final la Bolsa española consiguió anotarse una subida del 0,52% y recuperar los 9.700 puntos, a pesar de que en las primeras horas de sesión llegó a retroceder el 1,28%. El alza apenas compensa el 3,05% que perdió el martes, ni el 2,7% que retrocedió el lunes. Al margen de la renta variable, en el mercado secundario de deuda los bonos españoles siguieron perdiendo atractivo y el interés que exigían los inversores se disparó hasta el 5,06%, frente al 4,894% del martes. La presión llegó también sobre el bono alemán a 10 años, considerado el de mayor solvencia en Europa, lo que empujó su rentabilidad desde el 2,600% al 2,707%.

Por eso, si se compara el interés del bono alemán con el español a 10 años, la diferencia entre ambos, que sirve para medir la mayor percepción del riesgo de invertir en España, se mantuvo en 235 puntos básicos. En cualquier caso pudo haber sido peor, ya que a lo largo de la sesión el diferencial llegó a batir otro nuevo récord en la era del euro al rozar los 250 puntos básicos.

salgado: "no hay riesgo" Ante tantas dudas sobre la solvencia de España, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, insistía en una entrevista en Punto Radio en que España "no tiene el más mínimo riesgo" de necesitar ser rescatada por la UE.

Mientras tanto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, convocaba el sábado en el Palacio de la Moncloa a los dirigentes de las 30 principales empresas españolas con el fin de hablar de la situación de los mercados y de la economía española.

Los analistas consultados por Efe coincidieron en que esta cita puede servir para arrancar el compromiso de los grandes empresarios de trasladar una mejor imagen de España en el exterior.

El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, puntualizó que la tensión se cierne sobre toda Europa y no únicamente en España, donde a pesar de que el interés del bono español se haya disparado, sigue estando en niveles "asumibles". Díez recuerda que el país salió de crisis en las que tuvo que ofrecer al mercado una rentabilidad del 12%, aunque admitió que hay que romper la tendencia de que el interés suba a diario diez puntos básicos.

Para ello, los analistas recomiendan, al igual que hizo el martes el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que el Gobierno cumpla con sus promesas para demostrar que es capaz de reducir el déficit público y llevar a cabo las reformas estructurales necesarias, como la del sistema de pensiones.

Al mismo tiempo, abogan por que el Banco Central Europeo (BCE) dé un mensaje de tranquilidad ofreciendo la garantía de que alargará las medidas de liquidez para las entidades financieras, tras el rescate de Irlanda, país que ayer cifró la ayuda de la UE en 85.000 millones y anunció que subirá impuestos y prescindirá de 24.750 funcionarios.

"cuando dios quiera" El profesor y escritor, Leopoldo Abadía, aseguró que la crisis todavía no ha tocado fondo y que "terminará cuando Dios quiera".

El profesor explicó que nadie sabe cuándo finalizará la crisis económica, recalcando que cuando el número de personas sin empleo mejore dos trimestres seguidos, se podrá decir que la situación mejora. Asimismo, reveló que a su juicio la crisis se ha debido a una mala administración de la economía, afirmando que "España es una familia mal administrada que gasta dinero en tonterías"; no obstante, insiste en que a pesar de la "gravísima" situación, España "no se hunde" porque "todo se acaba" y porque "ha llegado la hora de los sensatos".

En este sentido, manifestó que las claves para salir de la situación son "ser optimista, no distraerse, ser prudente, gastar con la cabeza y trabajar como nunca, pero mejor que nunca".