La primera fase de ese plan echará a rodar el próximo 7 de diciembre en el Parlamento con la presentación de los presupuestos generales para 2011, cuya aprobación es clave para que Irlanda pueda acceder al rescate financiero de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El plan de austeridad, recogido en un documento de 150 páginas, prevé la introducción de un nuevo régimen fiscal e impuestos sobre la propiedad y el agua, así como recortes en las prestaciones sociales y en el salario mínimo interprofesional.

El Ejecutivo ha recordado que las posibilidades de Irlanda para acceder a los fondos de la UE y FMI pasan por un drástico aumento, por ejemplo, del impuesto sobre la renta, y por la aprobación de los presupuestos de diciembre, cuyo objetivo será ahorrar unos 6.000 millones de euros durante el próximo año.

Según los expertos, el Estado necesita ingresar durante los próximos cuatro años 10.000 millones de euros a través de la reducción del gasto público y otros 5.000 millones con una profunda reforma de su régimen fiscal.

El Gobierno, no obstante, no elevará su controvertido impuesto sobre sociedades, tal y como le reclaman algunos socios comunitarios, que en la actualidad está fijado en el 12,5 por ciento y que Dublín considera crucial para atraer inversiones extranjeras a la isla.

Aunque el monto final del rescate financiero no ha sido aún anunciado, los medios nacionales estiman que éste podría acercarse a los 95.000 millones de euros.

DUBLÍN. El temor ahora es que esa cantidad no sea suficiente para desarrollar el citado plan de austeridad, dada las escasas perspectivas de crecimiento de la economía irlandesa en los próximos años.

Desde ciertos sectores también se alerta de la sangría de depósitos que están sufriendo los bancos nacionales, que en lo que va de año, han visto una fuga de capitales por un valor de 23.000 millones de euros.

En este contexto, la agencia Standard & Poor's rebajó hoy la calificación de la deuda irlandesa a largo plazo desde la categoría AA- a A con perspectiva negativa, al considerar que este país tendrá que acceder a un rescate financiero para su banca mayor que el previsto.

Asimismo, en un comunicado emitido hoy, la agencia indicó que rebajó la deuda irlandesa a corto plazo de A-1+ a A-1 por los mismos motivos.

Según la nota, el "rating" (clasificación) de Irlanda volverá a rebajarse próximamente si las conversaciones que mantiene el Gobierno con la UE y el FMI sobre el rescate financiero no logran frenar las necesidades de liquidez de este país para hacer frente a su deuda.