BILBAO. La Comisión Mixta del Concierto Económico dio ayer carta de naturaleza a la presencia vasca en los Consejos de Ministros de Economía de la Unión Europea, el Ecofin, y desbloqueó el nombramiento de Javier Muguruza Arrese como miembro de la Junta Arbitral del Concierto. El núcleo de la relación de bilateralidad entre Euskadi y el Estado no pudo sin embargo cerrar acuerdos en otras dos cuestiones, el encaje financiero de las políticas activas de empleo que gestionará Lanbide y el reconocimiento de las diputaciones forales como administraciones de rango superior a los ayuntamientos para quedar al margen de duras directrices de endeudamiento de Madrid.

Se "acercaron posturas" en relación al primer asunto y se constataron diferencias en el segundo. Y como conclusión las delegaciones vasca y española se emplazaron a nuevas reuniones de la Comisión Mixta. Hay base para el acuerdo, pero queda todavía terreno por desbrozar y todo queda en el ámbito de la voluntad política. Respecto al traspaso de las políticas activas de empleo el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, quien puso voz a la postura de las tres diputaciones, indicó al término de la reunión que queda pendiente de aprobación el "perfeccionamiento presupuestario" de la transferencia. Por su parte, el consejero de Hacienda, Carlos Aguirre, matizó el desacuerdo con una definición similar, la "mejora" de la vía de financiación. Los dos minimizaron el calado del desacuerdo e incidieron en que es posible dirimir las diferencias en un ámbito técnico que no afecta a la calidad del servicio de Lanbide.

Se trata de definir cuánto dinero se descontará vía Cupo cuando la CAV gestione el Servicio Público de Empleo vasco. Un asunto relativamente secundario en el que las autoridades vascas confían en lograr un acuerdo en breve. Ninguna de las dos cuestiones que quedaron ayer en el tintero se convertirá en un problema. El nuevo Lanbide empezará a funciona como estaba previsto próximo 1 de enero, mientras que las diputaciones tendrán posibilidad de endeudarse el año que viene debido a que están en el grupo de administraciones más saneadas.

De hecho, tanto el Gobierno vasco como las diputaciones valoraron como positiva la reunión por la importancia de lo aprobado, así como los avances registrados en los puntos del orden del día en los que no fue posible el acuerdo.

En cuanto a lo positivo de la reunión, la participación de la CAV en el Ecofin forma parte del acuerdo de estabilidad presupuestaria suscrito por Zapatero con el PNV. Pese a que el partido que lidera Iñigo Urkullu había logrado abrir las puertas de ese foro, era necesario darle un barniz institucional con un pacto suscrito en el órgano bilateral. A partir de ahora, las instituciones vascas podrán defender sus intereses a través de los grupos de trabajo previos a las reuniones del Ecofin cuando estén sobre la mesa cuestiones que afecten a la CAV. La iniciativa recibe luz verde en un contexto marcado por el expediente sancionador abierto al Estado por las ayudas fiscales concedidas en los noventa por las diputaciones a numerosas empresas. Las administraciones vascas tendrán por lo menos la posibilidad de defender su postura directamente ante los representantes de la UE. Una "extraordinaria noticia" para un entramado institucional con gran recorrido en el ámbito legislativo que se chocaba con un muro cuando tenía que dejar oir su voz en Europa. También fue aplaudido el desbloqueo del nombramiento de Javier Muguruza Arrese como miembro de la Junta Arbitral del Concierto, el órgano que resuelve los numerosos conflictos entre las haciendas forales y la del Estado. Muguruza ocupará definitivamente la vacante que se registraba desde julio de 2009. Durante ese tiempo se han acumulado más de medio centenar de conflictos debido al veto que imponía Madrid a Muguruza.